Equilibrio Ácido-Base en el organismo

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¿QUÉ ES LA ACIDOSIS METABÓLICA?

En nuestro organismo existen sustancias tanto ácidas como básicas, también llamadas alcalinas. Ambas son opuestas pero complementarias. Cuando se encuentran en el organismo en cantidades iguales, lo denominamos equilibrio ácido-básico.

Un ácido es una sustancia que libera iones de H (hidrógeno) cuando está disuelto en agua. Una base, por el contrario, apenas libera iones H y a diferencia de los ácidos, no son sustancias agresivas sino reparadoras de los desarreglos ocasionados por los ácidos.

La unidad de medida del grado de acidez o de alcalinidad, es el PH, es decir el potencial para liberar iones de H que va del valor 0 hasta el 14, encontrando en el 7 su valor neutral. A mayor poder de liberar H, menor valor en esta escala, considerando el 0 la acidez absoluta. Por el contrario cuanto más nos acerquemos a la alcalinidad mayor será el rango adquirido, siendo 14 la alcalinidad total. La zona de salud está comprendida entre el 7,36 y 7,42.

El organismo utiliza los llamados sistemas «tampón» muy eficaces para luchar contra múltiples factores de variación del equilibrio ácido-base, en especial la alimentación y la digestión.

SISTEMAS TAMPÓN MUY SOFISTICADOS

El principio de acción de los sistemas tampón siempre se basa en la misma propiedad: la posibilidad de atrapar el exceso de los iones hidrógeno, fuente de acidez, para mantener el PH en una escala de valor fisiológico.

Los sistemas tampón actualmente identificados no se desencadenan sistemáticamente a la vez, sino cada uno de ellos interviene según su propio potencial y el nivel de acidificación del organismo.

1- Los tampones plasmáticos

  • El tampón fosfato correspondiente a la capacidad tampón del hueso ligado a la hidroxipatita
  • El tampón ácido carbónico / bicarbonato llamado reserva alcalina
  • El tampón que agrupa a los ácidos orgánicos débiles
  • El tampón proteínas / proteinatos.

2- Los tampones globulares

  • El tampón hemoglobina / hemoglobinato
  • El tampón oxihemoglobina/ oxiheoglobinato

Cuando el organismo está en acidosis, intentará expulsar al exterior éstas sustancias por los pulmones, piel y el riñón, pero si éste mecanismo le es insuficiente, intentará neutralizar éste exceso de acidez creando sales neutras, que tengan propiedades opuestas. Para ello se verá obligado a recurrir a las sustancias básicas repartidas por todo el organismo, incluido en los tejidos y los órganos.

Si ésta demanda no es temporal sino permanente en el tiempo dará como consecuencia un agotamiento progresivo de las reservas de bases que llevará irremediablemente a la afectación de órganos y tejidos, y a una pérdida de la salud. Esto puede ser debido por la falta de funcionalidad de los tejidos encargados de la metabolización y combustión de los ácidos, y también puede influir el sedentarismo, con la consiguiente sub-oxigenación.

La falta de actividad física supone un aumento de acidificación por acumulación de derivados intermedios. A la inversa, la actividad física moderada favorece la eliminación pulmonar de los ácidos volátiles y estimula el conjunto de emuntorios. Por el contrario la actividad física intensa o extrema provoca una gran producción de ácido láctico, y la consiguiente acidificación.

¿Pero qué consecuencias tiene esta acidez metabólica sobre nuestro organismo?

  • En primer lugar, deja de llevarse a cabo todo el trabajo enzimático y con él, el fracaso de todas las transformaciones bioquímicas.
  • Se producirá una lenta desmineralización del organismo, ya que éste cederá inevitablemente sus minerales básicos para contrarrestar el efecto.
  • También provocará una carencia de vitaminas del grupo B y oligoelementos, lo que puede alterar la eficacia de las reacciones enzimáticas y, por tanto, la capacidad del organismo para metabolizar los residuos ácidos. Esta situación conlleva grandes pérdidas de minerales, creando un círculo vicioso causante del agotamiento del organismo cuando confluyen situaciones como el surmenage, las patologías crónicas, el estrés crónico y también la falta de sueño.
  • Una alteración importante de la flora intestinal también potencia la acidificación tisular. Una flora desequilibrada puede ser la causa de un exceso de fermentación que conlleve una producción mayor de metabolitos intermedios ácidos, que se reintroducirán en la circulación sanguínea vía el ciclo entero –hepático y agudizarán la acidificación tisular. Los ácidos estarán presentes en los tejidos, que a la vez están en contacto con los órganos produciendo inflamaciones, irritaciones y/o esclerosis de los tejidos incapaces de liberarse de éste exceso de acidez.

¿Cuales son los síntomas más característicos de una acidosis?

  • Astenia psicofísica, falta de energía, fatiga, depresión, irritabilidad….
  • Gastritis, aftas bucales, úlceras, inflamación intestinal…..
  • Cálculos renales y de vesículas…..
  • Sinusitis, anginas, amigdalitis recurrentes, tendencia a los resfriados….
  • Todo tipo de problemas de piel: fisuras, grietas, eccemas, piel enrojecida y seca, micosis, urticarias….Fragilidad capilar, uñas quebradizas….
  • Espasmos y calambres musculares, dolor óseo generalizado, artrosis, artritis, hernias discales, osteoporosis y gota.
  • Problemas de tiroides, taquicardias y sensibilidad al dolor.

¿Qué alimentos pueden ayudarnos a contrarrestar la acidez?

Los alimentos alcalinizantes, están compuestos principalmente por hortalizas verdes, de color (excepto tomates y berenjenas) y las manzanas.

Estos son los alimentos más representativos de este grupo:

  • Hortalizas verdes, crudas o cocidas: lechuga, judías verdes, ensaladas, apio, hinojo, brécol, alcachofa, espinacas, calabaza, calabacín, zanahorias, remolacha, maíz…
  • Patatas, batata
  • Plátanos, aguacate
  • Castañas, dátiles, uvas pasas, almendras
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En cuanto a los alimentos acidificantes encontramos los siguientes:

  • Carnes, charcutería, pescado, grasas animales y grasas vegetales como la margarina…
  • Huevos y lácteos….
  • Pan, pasta y alimentos a base de cereales, principalmente trigo…
  • Azúcar blanco, siropes, bollería industrial, pasteles, chocolates…
  • Bebidas industriales azucaradas…
  • Café, Té, cacao, vino….
  • Cualquier alimento refinado.

En todos los casos de acidosis es recomendable la toma de alguna suplementación natural que nos ayude en la expulsión de los ácidos y que nos ayude a recuperar nuestro estado de salud natural.

Entre las recomendaciones más importantes a tener en cuenta, podríamos destacar:

  • La toma de un suplemento mineral alcalino y oligoelementos, sobre todo a base de Magnesio, Hierro, Manganeso, Potasio y calcio.
  • Plantas que ayuden al drenaje de los ácidos: ortiga, gayuba, alcachofa, fresno, vellosilla, grama, diente de león, cola de caballo etc…

En consulta de Naturopatía

En la consulta de naturopatía y nutrición abordamos esta patología de una manera global, equilibrando el organismo con una dieta alcalinizante, y asesorando nutricionalmente para corregir dietas desequilibradas, y aconsejando sobre el ejercicio físico adecuado a la patología.

El primer mes exige detoxificación y posteriormente suplementación con minerales, ácidos poliinsaturados del tipo omega 3 de origen marino y de omega 6 de origen vegetal destinados a modular la inflamación.

Si fuera necesario se apoya este tratamiento con acupuntura para restablecer el equilibrio energético del organismo y para tratar la inflamación y el dolor. De esta manera conseguimos mejorar la calidad de vida y las patologías derivadas de esta acidificación, incluso las crónicas.

Silvia Fernández Ferrer

Diplomada en MTCH (acupuntura y moxibustión)
Graduada en Naturopatía (dietética y nutrición, terapia floral, aromaterapia, fitoterapia, homeopatía, oligoterapia…)
Diplomada en restauración bioenergética y kinesiología holística.

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6,3 minutos de lecturaActualizado: 09/07/2019Publicado: 18/01/2013Categorías: Salud NaturalEtiquetas:

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