10 Claves para Comprender el Verdadero Perdonar y Transformar tu Salud

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2,8 minutos de lecturaActualizado: 22/10/2024Publicado: 22/10/2024Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: , , , ,

Hoy, la Medicina reconoce que el resentimiento, el odio y los sentimientos negativos pueden causar estragos en nuestro sistema inmunológico. Estas emociones no solo pueden provocar infartos o disfunciones orgánicas, sino que también se relacionan con problemas en la piel, en los huesos y un sinfín más de enfermedades.

Primero, sanemos nuestra alma y nuestra psiquis.

Perdonar significa recuperar la inocencia, empezar a mirar a nosotros mismos y a los demás con ojos limpios. Esta inocencia se ve reflejada en la comprensión de que somos todos vulnerables y que nuestras acciones están influenciadas por un contexto más amplio.

En esta entrada, me gustaría hablar sobre el perdón, con un sentido renovado, hasta descubrir que realmente no hay nada que perdonar. Sin embargo, a menudo enfrentamos conductas en nuestras relaciones que necesitamos gestionar de manera positiva para nuestro bienestar físico y emocional. A veces, es más fácil ver las faltas de los demás que reconocer las propias.

El teólogo bíblico argentino Ariel Álvarez explica en un artículo de la revista Tierra Santa algunos conceptos erróneos sobre el perdón que hemos heredado culturalmente.

Clarificando los mitos sobre el perdón

Error 1: Pensar que perdonar es un favor al otro. La realidad es que, al guardar rencor, somos nosotros quienes sufrimos. Puede que pasemos noches sin dormir, pensando en la venganza, mientras que la otra persona sigue con su vida, sin saber de nuestro tormento.

Error 2: Creer que perdonar es perder. En realidad, el que perdona gana. El odio nos ata y nos muestra como dependientes, mientras que el perdón nos libera y rompe los lazos que nos unían al agresor mediante la ira.

Error 3: Asumir que perdonar es justificar. No se trata de minimizar lo que alguien ha hecho; perdonar implica reconocer que se ha hecho daño y decidir soltar ese peso emocional por nuestro propio bienestar.

Error 4: Creer que perdonar es olvidar. La memoria juega un papel fundamental; recordar no significa vivir en el resentimiento. Aprender de las experiencias dolorosas puede protegernos contra futuros sufrimientos.

Error 5: Suponer que la confianza se restablece automáticamente al perdonar. En ocasiones, no es prudente restablecer la confianza después de una traición, pero eso no impide que podemos elegir perdonar.

Error 6: Creer que el perdón depende de que la otra persona se disculpe. El verdadero poder del perdón está en nosotros, no en otros. La decisión de perdonar no debería depender de la culpa, sino de nuestro deseo de liberarnos del odio. Jesús dice que debemos “perdonar setenta veces siete”; esto significa siempre, esté el otro arrepentido o no.

¿Cómo saber si realmente hemos perdonado?

Jesús nos da varias pistas en los evangelios. Primero, hemos perdonado cuando ya no deseamos el mal a la otra persona. Segundo, cuando renunciamos a la venganza. Y tercero, cuando estamos dispuestos a ayudar al ofensor si se presenta una necesidad.

Perdonar a otros y a nosotros mismos es una apuesta por la alegría y la salud; es elegir la vida sobre el resentimiento. En última instancia, se trata de deshacer los errores y la ignorancia, cerrando la puerta a la tristeza y a la amargura, y a la larga también, a la enfermedad.

Feliciana García

E.H.

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