Hace unos días leía en una página web un artículo sobre si era la capacidad antioxidante o la alcalinidad, la clave para prevenir y mejorar nuestra salud y calidad de vida.
Desde mi humilde opinión las dos cosas van de la mano. Cada día, solo por el hecho de respirar, nos oxidamos. Los temidos radicales libres nos oxidan, y si encima se vive en una ciudad con alta polución, con un nivel de estrés alto y no se cuida la alimentación… uno se oxida mucho más rápido. El tema del estrés oxidativo lo tenemos todos más o menos claro, y toda la ayuda que le podamos ofrecer a nuestro cuerpo, sobre todo a partir de una determinada edad, mejor que mejor.
Pero también es verdad que esos radicales libres nos acidifican, creando un entorno ácido, con un pH en orina o en saliva por debajo de 7.
Por eso también tenemos que alcalinizar cada día nuestro organismo. Es necesario que las dos técnicas vayan de la mano, y cuando trabajan en conjunto sus resultados son espectaculares.
En medicina natural se habla del terreno: un terreno alcalino y con la menor cantidad de radicales libres posibles nos va a proveer de un sistema inmune potente. Está claro, y además es respaldado por miles de estudios científicos, que nos va a ayudar a prevenir multitud de enfermedades y contribuye a mejorar las ya existentes. En nuestro país tenemos varios médicos y profesionales que nos conciencian de ello, como la bióloga molecular Rosa Monís, el Dr. Martí Bosch, el Dr. Pérez León, el terapeuta Julio Alonso y muchos más que en nuestro país están realizando esta gran labor.
La alimentación es una de las maneras más prácticas que podemos utilizar a diario para controlar la acidosis y la oxidación diaria a la que estamos todos sometidos, en mayor o menor medida.
La farmaceútica naturista Palmira Pozuelo recomienda al respecto en un artículo de Espacio Humano (Marzo 2015): “Son las verduras, frutas, hortalizas y las algas las que son especialmente alcalinizantes por su contenido en minerales alcalinos como el calcio, el magnesio y el potasio».
Una dieta rica en vegetales de origen ecológico nos ayudará en el proceso de alcalinizar nuestro organismo, ya que los pesticidas y herbicidas se comportan como sustancias tóxicas que generan acidosis. Además los vegetales ecológicos poseen una mayor riqueza en minerales que los de cultivo convencional”
Es por tanto necesario reequilibrar nuestro pH corporal con alimentos alcalinos. El método más rápido y seguro es a través del agua alcalina ionizada, ya que estamos compuestos de un 70% de esta materia. El agua que rodea las células es de vital importancia para nuestra salud. El agua, como elemento terapéutico preventivo, cumple la función de ayudar a dichas células a funcionar en un terreno apropiado según los expertos, que debe ser alcalino, oxigenado y libre de radicales libres ácidos. Depurar diariamente este líquido extracelular es la base de una vida llena de salud y vitalidad.
Por ello recomendamos un agua libre de cloro, metales pesados, con un buen sabor, pero ante todo que sea alcalina (pH entre 8,5 y 9,5) y con gran capacidad antioxidante.
Lo ideal es que tenga un potencial de oxi-reducción (ORP) -350. La mayoría de las aguas embote-lladas y del grifo tienen un ORP de más de 300 en positivo, es decir, que son oxidantes. Una simple Cocacola puede llegar a tener un ORP de 700 y un pH de 2,5; imagínense el enorme esfuerzo que tiene que hacer nuestro cuerpo para paliar dicha oxidación y acidificación, si además le sumamos las circunstancias arriba descritas como el estrés, polución, etc.
Juan Carlos Novo
Quiromasajista diplomado y experto en agua alcalina ionizada
Alkanatur.com