Las fechas son algo que solo tienen la importancia que le concedemos. Cada día puede ser el inicio de una nueva etapa vital. Sin embargo muchos de nosotros nos sentimos inspirados por el calendario y en estos días hacemos un balance de lo vivido y nos cargamos de buenos propósitos ante el año que nos espera. Nos preguntamos qué puede enriquecer nuestras vidas, y de qué nos queremos deshacer. Aunque muchas veces no lo sintamos así, tenemos una gran libertad para crear aquello en lo que creemos, pero esto solo es posible si detrás de nuestros deseos sostenemos un compromiso constante con los actos que los vuelven posibles.
Todos necesitamos un proyecto, un objetivo o una serie de ellos. Proponernos metas da sentido a nuestras vidas. La felicidad tiene bastante que ver con olvidarse de conseguirla y centrarse en aquellas actividades que sacan lo mejor de nosotros mismos. Podemos aprovechar nuestras circunstancias, sean cuales sean, para construir algo mejor, para ser mejores. No debemos olvidar que estamos llamados a ser creadores y activos, no meros consumidores o espectadores de sucesos.
Son tantas las noticias que absorbemos que nos vemos tentados de quedarnos en la queja y el desaliento, esperando en nuestras casas que lleguen tiempos mejores. Vivimos en la cultura de la excusa cuando la clave está en descubrir qué podemos hacer, por pequeño que esto nos parezca. La queja es el cáncer del psiquismo porque nos ancla en la impotencia.
La autorrealización es una utopía inalcanzable, pero caminar hacia ella nos proporciona una experiencia única de satisfacción y solidez, y esta sólo se consigue relacionándose y aportando lo mejor de uno mismo ahí fuera. En cada situación que sale a nuestro encuentro hay implícita una pregunta que debemos responder: «¿qué reclama esta situación y qué voy a hacer yo al respecto?» Porque a pesar de que no somos libres de muchas cosas que condicionan nuestra vida (sociedad, trabajo, salud…), sí somos libres para tomar una actitud hacia cada uno de esos condicionantes que nos haga sentir orgullo personal.
Cuando miramos hacia el pasado todos podemos lamentarnos, a todos nos han decepcionado o dañado de alguna forma. Es importante no perder demasiado tiempo dándole vueltas a lo que ya no tiene remedio y darse cuenta de que aunque haya cosas que ya no son posibles hay otras muchas que aun lo siguen siendo.
Mi futuro no está determinado por mi pasado sino por las decisiones que tomo hoy. Una psicoterapia profunda tiene como uno de sus objetivos principales ayudar a las personas a deshacerse de sus obsesiones por lo que fue y ayudarles a vivir para un futuro mejor. Es decir, ponerles en contacto con su auténtica libertad.
Debemos retomar al menos un par de valores que han caído en desuso, honestidad y nobleza. Honestidad en el sentido de no vivir perpetuamente distraídos de nuestra realidad. Estas fechas son ideales para reflexionar y hacer una valoración de nuestra vida. Vivimos demasiado deprisa, con pocos momentos para evaluar seriamente si estamos eligiendo el camino adecuado. Es crucial que no nos neguemos a afrontar nuestras desdichas y encontremos la forma de trascenderlas, mañana siempre puede ser tarde. ¿Repetiría mil veces mi vida tal y como la he vivido? Si la respuesta es no hay mucho por hacer. La nobleza es la consecuencia de sentir que uno hace lo que quiere hacer y es quien quiere ser, porque o bien aprende a encontrar la forma de actuar como desea o elige aceptar las cosas como son.
Para cualquier cosa que nos propongamos es de gran ayuda estar abiertos a la sorpresa y tener curiosidad, estar dispuestos a revisar nuestras creencias, escuchar lo que los otros nos dicen, ser espontáneos y abrazar nuestras contradicciones. Pero sobre todo, lo importante no es lo que leas en un artículo o en un libro, ni lo que escuches en una charla o en un programa de radio o televisión. Lo importante son tus vivencias, lo que sientes que te conmueve, que te funciona, que te llena. Lo importante es que tú te des cuenta de que eres el creador de tu vida y de ti mismo, seguir instrucciones es una forma de evadir esta responsabilidad.
Espero que este nuevo año sea para todos una oportunidad de actuar en nuestro entorno de forma provechosa y que los malos tiempos no nos arrastren a un pesimismo que nos vuelva pasivos y acentúe nuestro aislamiento, sino que saque a los héroes y heroínas que llevamos dentro, esas personas capaces de luchar y amar con igual intensidad.
Susana Espeleta: Psicóloga y Psicoterapeuta Integrativa
