Había un maharajá en la India que ordenó reunir a todos los ciegos de una ciudad y pidió que les pusieran delante un elefante y que fueran tocando al animal y a continuación contasen qué les parecía.
Unos dijeron, tras tocar la cabeza: “Parece un cacharro” Los que tocaron la oreja aseguraron: “Parece un cesto de aventar”
Los que palparon el colmillo declararon: “Es como una reja de arado”
Y los que tocaron el cuerpo, aseveraron: “Es un granero”
Y así, cada uno estaba convencido de lo que decía, y comenzaron a querellarse entre ellos, se insultaron y llegaron a las manos, convencidos cada uno de ellos de tener toda la razón.
REFLEXIÓN
La visión parcial produce ofuscación y de la ofuscación solo nace más ofuscación. No hay mayor mentira que la verdad a medias, ni mayor apego, ni a veces peor, que el apego a las ideas, estrechos puntos de vista y dogmatismos, pues debido a ello uno puede llegar a perjudicar o dañar gravemente a otras criaturas.
Hay que tratar de alertar la consciencia y esclarecerla, liberándola de viejos patrones, aferramiento a convicciones, etiquetas, prejuicios y falsas interpretaciones.
Para poder tener una mente más libre e independiente, y por tanto más clara y ecuánime, se requiere el adiestramiento del discernimiento puro, que enseña a ver las cosas sin tanto apego o aversión, con equilibro mental y lucidez.
Pero para ello también es necesario debilitar las cadenas del ego, pues desde los fantasmas del ego (egoísmo, egocentrismo, prepotencia, soberbia o vanidad) no es posible ver las cosas como son y uno se deja atrapar en el juego de espejos distorsionantes de la mente, tendentes a falsear los hechos y tomar acciones equivocadas o dañinas.
La meditación es una práctica para liberar la mente de oscurecimientos, procurarle ecuanimidad y conseguir así una visión más imparcial y certera. La ofuscación a menudo nos hace ver lo que es como no es y si la apreciación de lo que es no es la adecuada, tampoco lo será la acción que le siga.
En mis viajes a la India una de las preguntas que más he formulado a los grandes mentores y yoguis ha sido a propósito de la sabiduría y algunos me han respondido: “Consiste en ver las cosas como son para poder proceder en consecuencia”.
Tenemos que trabajar sobre nosotros mismos para llevar la sabiduría a la mente, las palabras y los actos. La sabiduría es mucho más que mero conocimiento, erudición o acumulación de ideas. Es una manera especial de ver y ser.
Ramiro Calle
Centro Shadak
Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak
Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak