¿Qué puede hacer la Medicina China por tí?

La medicina china comprende un cuerpo teórico práctico propio y diferenciado de cualquier otra técnica terapéutica. Sus fundamentos teóricos nacieron en la China clásica, construyéndose de forma sistematizada a partir del siglo III de nuestra era. Quizás su herramienta más conocida sea la acupuntura, consistente en la inserción de agujas estériles en puntos especialmente reactivos o con capacidad de regular tanto funciones fisiológicas, como desequilibrios emocionales o músculo-esqueléticos.

Otras técnicas menos conocidas, pero igualmente eficaces son:

La moxibustión o tratamiento por el calor que desprende la combustión de la planta «Artemisa Apiácea» sobre puntos acupunturales. Generalmente, aunque no es imprescindible, la moxibustión va acompañada de acupuntura.

La Fitoterapia Tradicional China (Uso medicinal de plantas chinas) es de gran importancia a la hora de conseguir reequilibrios fisiológicos difíciles de abordar en acupuntura. Tradicionalmente la dietética china (tratamiento de dolencias mediante la dieta), está incluida dentro de la fitoterapia.

Tui Na o Masaje Tradicional Chino. Aunque se desarrolla a partir de la teoría básica de la medicina china, en Europa suele estar focalizado en el sistema osteo-articular y muscular.

El abanico terapéutico descrito tiene un objetivo claro: el reequilibrio. La enfermedad se observa como una alteración de la salud que se debe fundamentalmente a un desequilibrio. La lucha entre el factor causante de la enfermedad y el potencial defensivo del organismo se soluciona no solamente atacando el primero sino también potenciando el segundo.
En vista de la creciente demanda de los tratamientos alternativos en occidente se han realizado muchos estudios para demostrar su efectividad. La Organización Mundial de la Salud, promueve desde 1979 el uso de la acupuntura y defiende la efectividad de la misma en determinadas patologías y enfermedades, tan dispares como la depresión, la hipertensión, la migraña, el lumbago, cólico renal, artrosis, corrección de la malposición del feto… entre otras.

La medicina china en todas sus vertientes terapéuticas se puede considerar una opción válida prácticamente en cualquier patología.

Evidentemente, determinadas dolencias graves o muy agudas – como enfermedades infecciosas, traumatismos craneoencefálicos o hemorragias internas entre otras – responden lógicamente a una intervención hospitalaria. En el resto de casos la medicina china puede ser una opción útil ya sea usada de forma complementaria o como terapia principal.

Miles de pacientes han descubierto una buena alternativa a la medicina convencional y los resultados obtenidos han sido sorprendentes en muchos casos. La medicina china no es tan sólo efectiva, sino que no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones importantes.

Los elementos básicos para el diagnóstico en medicina china son la toma del pulso, el estudio del aspecto de la lengua y el interrogatorio en el que se evalúa lo que sucede en todo el organismo, las influencias externas e incluso los estímulos propios del entorno concreto.

Mediante la información obtenida se consigue identificar las causas del desequilibrio y con ello ya se puede programar el principio terapéutico y el tratamiento pudiendo optar entre la acupuntura, fitoterapia o tui-na (masaje terapéutico).
Si el tratamiento elegido es la acupuntura, en la primera sesión se insertarán las agujas en los puntos acupunturales escogidos. Por lo general las agujas permanecen puestas de 20 a 40 minutos. Se requieren varias sesiones para conseguir resultados óptimos.

Alfredo Lorite

Escuela Superior de MTC / Clinica Guang An Men

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