Liberación Emocional a través de la Reflexoterapia.

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El pasado año publiqué un artículo sobre la liberación fascial a través de la reflexoterapia podal, y desde entonces he seguido investigando y enseñando a mis alumnos este trabajo. Es curioso como algunas personas llegan a desarrollar una sensibilidad especial y cuanto más se meten a estudiar un tipo

de tratamiento más casos se les presentan, hasta llegar a tener uno tan impactante como el que nos sucedió durante el curso que imparto actualmente de segundo nivel de reflexoterapia podal.

Una de las alumnas que acude al curso dio a luz hace dieciséis meses. Cuando asistió al primer nivel estaba reiki.

Le dijimos que si sentía necesidad de gritar que no lo dudara, que no pasaba nada, que estaba reviviendo su parto. Le dije que no tuviera miedo que las tres seríamos sus Doulas acompañándola.

Durante diez minutos estuvo todo su cuerpo empujando y liberando, ella nos decía que estaba bien pero que necesitaba hacer aquello. Yo notaba como se contraía la zona de abdominal hasta que por fin se liberó, empezó a relajarse y nos dijo que se le estaba pasando.

Al cabo de un rato se tranquilizó y la tapamos bien porque sentía frio, le dijimos que se quedara tranquila sin trabajar esa mañana.
Su cuerpo todavía no había liberado el parto que no había podido culminar.

Desconocía la historia así que le pedimos que nos contara lo que le había pasado. Al parecer cuando entró en la fase de empujar durante el parto aún no había dilatado lo suficiente, la matrona le pedía que no empujara porque el niño estaba sufriendo, y como no lo podía parar intentaron sacar al niño con fórceps. Tampoco conseguían que naciera. El latido del bebe bajó a cero y decidieron ponerle la epidural para practicarle una cesárea urgente, así que de golpe el cuerpo se encontró con que le paraban el parto, le ponían anestesia y le habrían para extraer al bebé, a todo esto hay que sumar el miedo que ella tendría a que le pasara algo a su hijo.

Nos contó también que durante mucho tiempo la cicatriz no se cerraba correctamente y que lo había pasado muy mal porque le quedó toda la zona de útero muy contraída.

Se había hecho terapia cráneo-sacral a los siete meses y durante la terapia había sentido como si diera a luz.

¿Qué es lo que sucedió?

Su cuerpo preparado hormonal y neurovegetativamente para el parto, en plena fase final, al verse interrumpido por la anestesia y la cesárea no había sido capaz de completar todo el proceso, quedando almacenado en su tejido la memoria del mismo junto al miedo y la frustración que sintió.

Al comenzar la liberación fascial su compañera puso en marcha de nuevo esa memoria, y por fin su cuerpo pudo concluir el trabajo.

Al terminar la clase se encontraba francamente bien, de hecho se había puesto a trabajar como las demás y lo había hecho sin problemas.

Le dije que lo sucedido no era culpa de nadie, simplemente los médicos habían hecho lo que consideraban mejor para ella y para salvar a su hijo y que por suerte luego tenía terapias que podían ayudarla a liberar todo el dolor que había sentido y la frustración.

Todo esto me recordó al curso que hice en su momento de Liberación somato-emocional. En él comentaba el profesor los casos de personas que revivían accidentes, colocándose en la camilla en la posición que quedaron durante los mismos, o en posición fetal, reviviendo y liberando el dolor que había quedado almacenado en los tejidos, permitiendo que desapareciera el dolor que llevaban sufriendo mucho tiempo aunque su lesión estuviera totalmente curada.

Una semana más tarde cuando ha vuelto a clase nos ha comentado que sigue muy bien.

Todavía nos queda mucho por aprender de la fascia, de su información emocional y su capacidad de comunicación de todo lo que sucede en el cuerpo, y cómo es responsable de nuestra homeostasis y de la capacidad de sanar que tiene el organismo.

A los que nos gusta investigar y aprender cada vez más del cuerpo escuchándole, algunas veces tenemos la suerte de vivir experiencias como esta que nos ayudan a saber que estamos en el buen camino.

Siempre animo mucho a mis alumnas para que confíen en ellas, tras esta clase se han dado cuenta de que están muy bien preparadas, a pesar de que aún les quedan muchas cosas por aprender, si no lo estuviesen no habrían sido capaces de hacer lo que hicieron ni de actuar como actuaron.

Carmen Benito.
Directora del Centro de Bioestética Carmen Benito.
Licenciada en Biología.

 

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4,2 minutos de lecturaActualizado: 20/08/2017Publicado: 20/03/2014Categorías: Salud NaturalEtiquetas: , , , ,

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