Una alternativa al metal en los implantes dentales
En un intento de utilizar materiales biocompatibles que resulten mejor tolerados por el paciente en tratamientos como los implantes dentales, las casas comerciales más prestigiosas de Europa y las clínicas odontológicas de más alto nivel se están lanzando a la utilización de los implantes cerámicos de circonio.
Se trata de un material con las mismas propiedades mecánicas y de integración ósea que metales como el titanio, pero con un grado de compatibilidad mayor con los tejidos blandos de la boca, lo que le convierte en el material perfecto para aquellas personas especialmente sensibles a los metales.
Desde que se descubriera la osteointegración del titanio hace más de 30 años, este metal ha sido el material más utilizado en el campo de la implantología dental (donde primero se aplicó), y de la traumatología. Desde entonces se ha utilizado desde en implantes dentales hasta prótesis de cadera con resultados mecánicos y biológicos avalados por la evidencia científica. Sin embargo, surgen ciertas limitaciones que nos hacen buscar alternativas más biocompatibles.
Hoy por hoy damos por hecho que la sustitución de una pieza dental mutilada (por causas que van desde el traumatismo, hasta la enfermedad periodontal, pasando por la iatrogenia), no sólo es posible, sino que es un procedimiento rutinario mediante la colocación de implantes dentales.
¿Pero qué ocurre cuando se coloca un implante dental?
En los implantes utilizados en traumatología, el titanio colocado en el hueso permite al mismo crecer a su alrededor, integrándolo en su estructura, sin embargo, cuando el implante se realiza en la boca, hay que conectar esta pieza metálica con el exterior a través de la encía. Es en estas conexiones donde los iones metálicos de las aleaciones que componen el tridente implante-pilar protésico-corona alteran la unión de la encía con estas estructuras, produciendo cierto edema en todos los casos y que puede desembocar, en casos muy concretos, en un proceso alérgico que acaba con la explantación del implante.
En un intento de conseguir, además de la funcionalidad, la completa salud de todos los tejidos y la máxima biocompatibilidad (especialmente en pacientes sensibles a los metales), optamos por incorporar a nuestra terapéutica la cerámica de óxido de circonio, un material cuyas propiedades mecánicas y la integración ósea son equiparables a las del titanio, pero que añade un extra: la total compatibilidad con los tejidos blandos de la boca, lo que hasta el momento no se ha conseguido ni apreciado en ningún otro material.
El circonio no esun material nuevo; se lleva utilizando desde hace más de 10 años como pilar en las restauraciones sobre implantes. La diferencia es que al encontrar ciertos problemas mecánicos derivados del uso de dos materiales con propiedades físicas diferentes (el titanio y el circonio), las casas comerciales más prestigiosas se han lanzado a la fabricación de implantes completamente realizados en circonio con gran éxito en Europa, algo que actualmente ya se puede encontrar en las clínicas odontológicas de más alto nivel.
Aunque no se emplean en todos los pacientes, ya que sus indicaciones son muy concretas, las ventajas del circonio frente a los metales como el titanio son indudables: al existir una mayor biocompatibilidad con los tejidos blandos se elimina el riesgo de rechazo y se reducen las molestias que puede sufrir el paciente ante un tratamiento de este tipo. Esto sin duda también acortará los tiempos de espera y facilitará el trabajo del especialista, que dispondrá de un arma terapéutica nueva que nos permitirá elegir materiales con el mejor comportamiento biológico en los casos adecuados.
Doctor Jesús Isidro Fernández
Odontólogo especialista en Estética Dental y Ortodoncia Invisible
www.isidroymarquez.
