10 Inhibidores de la felicidad humana según el Rebirthing-Renacimiento

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En Renacimiento sabemos que existen ciertos traumas humanos que impiden que nos conectemos con nuestro estado natural de felicidad, creando mecanismos de autodefensa para evitar sentir el dolor y la tensión que provocan.

Durante un ciclo de sesiones de Renacimiento se trabajan especialmente estos traumas, conocerlos es esencial para reconocer que debemos sanarlos para así poder vivir cada día más cerca de la auténtica libertad interior.

– La mentira personal y los negativos específicos:

La Mentira Personal es el pensamiento-creencia-sentimiento más limitante que tiene una persona acerca de si misma, los demás o la Vida. Mientras no sea sanada esta Mentira Personal va cobrando fuerza por innumerables co-creaciones que realizamos desde ese estado limitante, proyectando experiencias dolorosas.

Estas Mentiras Personales, se introducen en nuestra mente durante los períodos más tempranos de nuestra existencia. Etapa perinatal y la crianza.

Ejemplos de mentiras personales: No puedo, no valgo, soy tont@, soy una molestia, la vida es dificil, los demás me van a hacer daño…

Hay personas que viven su mentira personal desde la sobrecompesación, les resulta tan doloroso observar esa mentira que para ell@s es verdad, que organizan toda su vida y su personalidad desde el esfuerzo y la lucha, movidos por el miedo a conectar con su interior.

Ejemplo: una persona cuya mentira personal es que es un fracaso, puede montar toda su vida desde la sobrecompensación del éxito, por lo tanto, luchará por conseguir todo aquello que la sociedad considera pertenece al éxito. Todo esto lo hará desde el sufrimiento y la infelicidad pues en absoluto corresponde con la conexión consigo mismo.

Es muy frecuente que las personas que viven en sobrecompensación acaben teniendo una gran crisis o ruptura en sus vidas, maravillosa oportunidad sanadora.

Otras personas viven con su mentira personal muy pegada, la toman por una gran verdad acerca de si mismos y se autolimitan y crean su realidad a partir de ese pensamiento.

– Vidas pasadas:

Uno de los aspectos del camino espiritual es la sanación de memorias pasadas, aprendiendo de nuestros erros y perdonandonos a nosotros mismos sin culpar a otras personas.

Durante los ciclos de respiración, puede ocurrir que las personas conecten con experiencias de vidas pasadas. En Renacimiento no forzamos que ocurran estos recuerdos, pero sí suceden es debido a que quien está renaciendo necesita sanar esta memoria.

– Trauma de nacimiento:

Las sesiones de Renacimiento reparan el daño físico, mental y emocional producido en el nacimiento como resultado de la lucha por tomar la primera respiración.

Aunque quizás el nacimiento sea naturalmente un momento dificil, el dolor principal suele venir causado por la falta de sensibilidad e ignorancia de los profesionales implicados, más los posibles miedos y tensión de los padres. Esta es la razón principal por la cual las personas subventilan al respirar, su mecanismo respiratorio está inhibido porque reprimen el miedo que sintieron en su nacimiento.

Durante el nacimiento, cuando tomamos la primera respiración, cristalizamos esta primera experiencia del mundo físico y extraemos muchas conclusiones sobre nosotros mismos y sobre el mundo.

Nuestro guión natal condiciona el resto de nuestras vidas, el guión natal corresponde al período que va desde la concepción a los primeros meses de vida del bebé.

El tipo de crianza que hemos recibido puede haber fortalecido o debilitado el trauma de nacimiento.

-Síndrome de desaprobación parental:

la desaprobación, la crítica, la falta de apoyo y guía son una fuente de trauma para los niños, ya que les lleva a desconfiar de su verdadera naturaleza, haciendo que desplace el centro de atención hacia figuras de autoridad.

Lamentablemente, estos errores de crianza y educación suelen ser transmitidos de generación en generación.

– El impulso subconsciente de muerte:

Es una estructura psicológica que contiene las emociones, memorias y los pensamientos humanos más destructivos.

Necesitamos prácticas que fortalezcan nuestras pulsiones de vida y que debiliten nuestras pulsiones de muerte, hasta eliminarlas.

– Trauma de escuela:

La gran mayoría de las escuelas y programas educativos no respetan la singularidad del individuo, tratando a todos por igual y cercenando las capacidades y dones propios de cada niño.

Las clases son estipuladas con metodologías repetitivas, los alumnos pueden ser castigados o premiados, no se dan materias relacionadas con el ámbito emocional y las asignaturas creativas y relacionadas con la vida ordinaria son prácticamente inexistentes. Por no hablar del desarrollo espiritual.

En este ambiente pasamos una gran parte de nuestra infancia, aprendemos a desconectarnos, buscar la aprobación de los maestros, viviendo con el temor a su castigo.

– Trauma de la religión:

La mayoría de las religiones revisten la idea de la Divinidad con dogmas y atributos limitantes, lo que acarrea que muchas personas hayan llegado a conclusiones erróneas y negativas sobre Dios, sobre la vida y sobre la espiritualidad, o que realicen prácticas simbólicas sin profundizar en el camino hacia una verdadera y profunda transformación espiritual.

Muchos conceptos y creencias que tienen sus raíces en la religión son muy dañinas para nuestra estabilidad emocional, como la idea de ser culpable o la vida espiritual es una vida de sacrificio.

– La senilidad:

Cuando una persona se vuelve senil, se considera que ha llegado al final de su vida, desde el punto de vista del Renacimiento se trata de una etapa más. Un tiempo en el que las personas van perdiendo poco a poco la memoria y vuelven a ser, en muchos aspectos, como niños pequeños.

La razón de este fenómeno es que, al haber reprimido durante años los traumas y memorias no superadas de la infancia, llega un momento en que estos emergen en un intento por ser sanados, pero lo hacen con tanta fuerza que se convierten en los protagonistas en la mente de la persona.

– La represión de lo femenino:

La mayoría de las personas tienen miedo a su lado más sensible, suave y vulnerable. Reprimen cualidades femeninas tales como la intución, la sensibilidad, la vulnerabilidad, la gentileza, la escucha y la confianza porque tienen miedo a ser heridas de nuevo.

Desconectados de nuestra parte más humana y sensible, nos es imposible crear relaciones de cooperación y amor.

El mundo está organizado desde hace miles de años según estructuras y formas de pensamiento fundamentalmente masculinas, en las cuales se han sobrevalorado la tecnología y el análisis racional.

En el sector público, la historia ha minimizado o ignorado las contribuciones de las mujeres.

– El síndrome del salvador del mundo:

Se construye cuando en la infancia, un miembro del entorno del niño está en el papel de víctima e inconscientemente el niño asume una responsabilidad que no le corresponde.

De mayor este comportamiento hace que la persona atraiga a su vida a personas «necesitadas de ser rescatadas», puede tratar de controlar la vida de los demás creyendo que sabe lo que mejor las conviene.

Necesita «salvar» a los demás para sentirse bien.

También puede aparecer como resultado del ego espiritual.

Alba Casalvazquez Aranda
Vicepresidenta Rebirthing Internacional España,
Directora de Inspira tu Vida, Renacedora.

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6,2 minutos de lecturaActualizado: 04/04/2024Publicado: 30/12/2014Categorías: Desarrollo Personal, SOY MUJEREtiquetas: , , , , , , , , , , , , , , ,