¿Y si un día te levantas y algo ha cambiado?

¿Quieres más?

¿Te gustaría estar siempre al día con las últimas tendencias, consejos y secretos?  Suscríbete a nuestro boletín mensual y sé parte de una comunidad exclusiva.

Respiro, yoga del asceta tailandés). Simplemente me dijo: “hoy hacemos Rue Sri Dad Ton en el bosque”, me pareció una idea tan estupenda que ni por un instante pensé en nada más. Llegamos a un bosque que me resultaba ligeramente familiar, caminamos durante 10 minutos adentrándonos en las profundidades, de pronto me quedé paralizada, no podía avanzar, reconocía ese lugar y reconocía a la persona que a tan solo unos pocos metros de mí, sentada en postura de meditación, me miraba sonriéndome sin cesar. Jack me cogió de la mano, con dulzura y me invitó a sentarme delante del Rue Sri, lo que pasó a continuación, puedes imaginártelo, reviví exactamente todo lo que en mi sueño había ocurrido. ¿Sueño o realidad?

Habían pasado tres meses y regresaba a Madrid. De vuelta, en el avión, fui consciente de las pocas ocasiones en las que había recordado las palabras del médico: operación, tumor, tratamientos…. Pasaron los días, de idas y venidas a las consultas, pruebas, análisis… pero me sentía serena, tranquila, más viva que nunca. Pocos días antes de la operación fui a la consulta del oncólogo, me senté sonriendo, tranquila, “Papá Noel” me miró, me acarició la mano, y comenzó a hablar muy dulcemente, pero esta vez había algo distinto, no lograba reconocerlo, hasta que me di cuenta que en sus palabras había una mezcla de sorpresa e inquietud. El tumor se había reducido de manera milagrosa en una décima parte, habían descartado determinados tratamientos para decantarse únicamente por una operación que sería, según él mismo dijo: “muy sencilla y con un postoperatorio muy bueno”. Salí sonriendo de la consulta, casi no sentía el suelo debajo de mis pies y me vino a la mente, a mi presente, la experiencia vivida con el Rue Sri en aquel bosque y las palabras de Jack: “tu deseo de vivir te trajo hasta aquí y serás recompensada”.

Mi vivencia, experiencia y estudio del Masaje Tradicional Tailandés es ahora mi forma de vida. Tailandia y la tradición tailandesa me abrieron los ojos y el corazón al pleno deseo de VIVIR.

Ana Belén Martínez Yébana
Escuela de Masaje Tradicional Tailandés
www.raksaeng.es

Haz tu buena obra del día ¡Compártelo!

2,3 minutos de lecturaActualizado: 20/08/2017Publicado: 10/11/2015Categorías: Salud NaturalEtiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Comenta este artículo