Volar por las Térmicas: la importancia de la rendición para acceder al Pleno Bienestar.

 

Hace algunos años estaba en el Hayedo de Montejo de la Sierra (Madrid) contemplando el elegante vuelo de los Halcones. Susurré a mi marido casi sin darme cuenta: «apenas se mueven ¿cómo no se caen?»… y él dijo restándole importancia: «vuelan por las térmicas». Me quedé mirándoles en silencio y de pronto me alcanzó una nueva comprensión: «No se caen porque aceptan lo que es…. Volar por las térmicas… ¿Por qué será que no hacemos nosotros lo mismo?»

El cambio es realmente lo único que tenemos garantizado a lo largo de la vida. Forma parte de la naturaleza de nuestra existencia, ocurre constantemente y no se detiene hasta nuestra muerte… e incluso de alguna manera va bastante más allá.

Así es la vida y así es la energía… y aceptarlo nos podría ahorrar mucho dolor y frustración. Pero la mayoría, mostrando una arrogancia adolescente, nos resistimos a este hecho… y así comprometemos toda nuestra experiencia vital en una lucha desesperada y destinada al fracaso.

Afortunadamente cada vez más personas empiezan a ver que rendirse al cambio, y conectarse con la creatividad, viene siendo la mejor fórmula de una buena vida. La mejor forma de alcanzar lo que yo disfruto denominando, en una traducción libre de la expresión japonesa «Anshin Ritsumei», el Pleno Bienestar.

Pero… ¿qué es realmente el Pleno Bienestar?

El Pleno Bienestar, tal como yo lo he podido comprender, es un estado de profunda conexión y apertura. Es ese estado en el que la vida se vuelve más fácil incluso aunque las circunstancias lo sean menos. Es un estado en el que la persona ha comprendido que su experiencia no es lo primordial, aunque sea importante, y se deja conducir por una fuerza mayor… hacia un estado de servicio a la Vida.

En este estado no hay cabida para las pequeñas luchas del ego, que una vez al mando se muestra insaciable como una gran boca ávida de alimento emocional, reafirmación social, y voluntarios que se ocupen de hacerse responsables de todo lo demás que no sea compensar sus carencias.

El Pleno Bienestar es el estado Adulto en absoluta presencia, asumiendo la profunda e inexorable soledad humana, y escogiendo en cada momento las herramientas más efectivas para seguir construyendo, creando, comprendiendo, responsabilizándose… al servicio de la Vida. Pero… ¿Hasta que punto podemos aspirar a algo tan apetecible? ¿Poseemos los seres humanos el valor y las facultades necesarias para alcanzar ese nivel de Fuerza, de Alegría y de Conexión? Y… ¿Será posible permanecer siempre allí?

Lo que yo he visto y comprendido es que cuando buscamos profundizar en nuestras comprensiones, nuestra experiencia se hace mucho más intensa y profunda. Y mi respuesta es la siguiente: no solamente podemos aspirar a ello. Pienso que de algún modo es nuestra misión primordial intentarlo, porque cuanto más nos abrimos a esa búsqueda, más facilitamos por resonancia que otros también hagan un movimiento de aproximación.

De hecho he podido darme cuenta de que cada vez que uno de nosotros se compromete en esa búsqueda cada vez más y mejores son las respuestas que recibimos todos los demás.

En relación con la segunda pregunta sobre si poseemos los seres humanos el valor y las facultades necesarias para alcanzar ese nivel de Fuerza, Alegría y Conexión... mi opinión es que a un nivel profundo, todos y cada uno de nosotros estamos diseñados para movernos hacia ese nivel. Es cierto que muchas veces hay interferencias de muchos tipos… porque sin duda las profundas comprensiones a veces nos dan miedo… pero en lo más profundo, en las raíces de nuestra existencia, está la energía primordial buscando ese estallido de Fuerza, ese abrazo Conciliador, esa Alegría que nos llega cuando conseguimos una poderosa conexión con la Vida.

Sobre si es posible permanecer allí… Sí y No. Sinceramente pienso que esa es una pregunta del Ego que siempre intenta trasladar las cosas a la categoría de permanentes para no tener que afrontar nada nuevo que se salga de sus esquemas. En este punto es bueno retomar la primera frase de este artículo: el cambio es lo único que está garantizado.

Te voy a poner un ejemplo. Imagina que en este momento, fruto de un trabajo interior comprometido y consciente, se abre ante ti una nueva comprensión que desarma tu enfoque anterior de la vida y de las circunstancias. Imagina que de pronto esa comprensión te ofrece las claves para acceder a las mieles del Pleno Bienestar. Entonces en ese momento compruebas que no sólo ese estado de estabilidad y conexión existe, sino que de alguna manera, tú ya lo conocías de antes… Quizás habías pasado por allí cuando eras un niño o una niña… o quizás durante una meditación, o un concierto…. O el nacimiento de un hijo… Imagina que estás disfrutando de ese estado de profunda conexión y fuerza… y en ese momento te llega esta pregunta…» ¿Seré capaz de mantenerme en este estado para siempre?».

Con una sonrisa empiezas a buscar la respuesta… y poco a poco algo va cambiando… y sin darte cuenta ya no te sientes inmerso en la plenitud del estado anterior… ¿Qué ha pasado?

Pues que resulta que el estado de Pleno Bienestar es un estado del presente… ¿recuerdas?. Y cuando atiendes a esta pregunta pierdes el presente. Te enfocas en controlar un futuro que no existe… y que sólo puedes crear en base a tus experiencias del pasado. Ahora… ¿Puedes imaginar lo que le ocurriría a un halcón que perdiera la presencia y dejara sentir la temperatura de las corrientes de aire?

He respondido «Sí y No» a tu pregunta sobre si te puedes mantener para siempre en el Pleno Bienestar… ¿Quieres saber por qué lo he hecho?

Pues lo he hecho porque por un lado, sin duda podrías tener acceso casi permanente al Pleno Bienestar… pero siempre que te dispongas a no entrar en las dinámicas inmovilizadoras del Ego.

Por ejemplo: ¿Qué más da si puedes mantener este estado para siempre? Ahora estás allí, y ahora es lo que cuenta.

Es importante aceptar que las circunstancias a veces te serán adversas… y que tendrás que volver a procesar las nuevas realidades que te vayan llegando. A veces no serán circunstancias deseadas: alguien cambia, alguien toma una decisión inesperada, alguien muere… ¿Acaso puedes tú pretender tener la capacidad de contener todos los movimientos de la Vida para que puedas permanecer en el Pleno Bienestar? ¿Puedes ver que estás luchando contra algo mucho más grande que tú?

Entonces quizás te preguntes «¿de qué sirve llegar a un sitio en el que no se puede permanecer?». Y allí es a donde desde el principio he querido llegar con todo este rodeo.

Cada uno de los movimientos que haces para regresar a tu mayor conexión, involucra a muchas más personas que a ti mismo: cada vez que aceptas las nuevas circunstancias y les honras profundamente aunque no las comprendas… sanas tú y sanan otros que te rodean, y sanan otros a los que ni siquiera ves ni conoces.

Tu aprendizaje y tus comprensiones, tu esfuerzo por mantenerte presente, conectado y flexible, tu amor por la Vida… tu humildad ante el Orden del Universo… cambian tu mundo, sí… Pero también cambian el mundo.

Entonces aquí se trata de abandonar la lucha por una seguridad inexistente, de abandonar la defensa de una verdad que no es ni será absoluta jamás, se trata de renunciar a la idea peregrina de que eres un individuo aislado y aceptar tu vínculo con todo lo que te rodea. Y desde ese lugar permitir a todo ser como es. ¡Y también permitirte a ti ser como eres!

Y entonces ahí es cuando llegan a nuestra vida la Conexión, la Alegría y la Fuerza… y tras estas, inevitablemente y sin necesidad de buscarlo… el Pleno Bienestar.

Porque en definitiva lo que vengo a decirte, es que el Pleno Bienestar llega cuando aceptas las cosas tal como son, cuando abandonas la lucha contra lo que es… y cuando decides ponerte al servicio de lo que hace falta.

Es decir, en definitiva: que tu vuelo se vuelve mucho más digno y elegante cuando por fin aprendes a volar por las térmicas como lo hacen los halcones.

Que tengas un feliz presente.

Pilar Rodríguez-Castillos
Terapeuta. Profesora de Reiki. Consteladora.
Directora del Liceo de Estudios
sobre Disciplinas de la Energía.
www.licestu.com