Un acto de amor también desde la palabra.

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“Siempre pensé que los hechos eran más importantes que las palabras, hasta que comprendí que las palabras, por si mismas, son hechos”- (Carlos Domine)

Estoy comenzando la redacción de un libro que me ha encargado la editorial Anaya sobre las ciencias amor incondicional.

Cada uno tiene su naturaleza tampoco hay que olvidarlo, hay personas más introvertidas que otras, pero muchas por inhibiciones, traumas o complejos reprimen el expresar aquello que sienten, aunque luego son conscientes del efecto que tiene el ser receptáculo de bellas palabras ajenas.

Tampoco se trata de empalagar o no dar lugar al fecundo silencio, todo en exceso ya se sabe…, ni desde luego hay ni debe haber una norma, medida o sobreesfuerzo que robe la frescura al asunto, se trata de encontrar el término medio, esa fórmula que solo un buen alquimista/guerrero del trabajo interior puede hallar cuando se escudriña y se sabe contestar al ¿por qué, o por qué no hago o digo esto?, ¿a qué tengo miedo?, o cuando uno sabe ponerse en el lugar del otro.

Personalmente creo que nunca se debe postergar el decir lo mucho que estimas a una persona en todas sus variantes si de veras lo estás sintiendo aquí y ahora, no solo por lo saludable de la no represión, sino porque además así estaremos enriqueciendo y nutriendo esa relación sea filial, amistosa, de pareja, etc.

Son tantos los condicionamientos que acarreamos desde nuestra infancia, nido de miedos en muchos casos, que no nos damos cuenta que uno puede sentirse vulnerable o inferior al reconocer las virtudes de los otros, paradoja de paradojas, ya que el valiente que se atreve se acerca a mucho a convertirse en un “mahatma” o alma grande.

La falta de humildad nuestro talón de Aquiles, ese puede ser uno de los escollos, tenemos que madurar el ego y conquistar el territorio del alma, con la psique bien depurada e instrumentalizada, aguda y clara iluminando un corazón compasivo.

Empaticemos pues con los que nos rodean, indagando en sus necesidades quizás distintas a las nuestras o quizás no tanto…, cuando das, recibes y a veces, y esta es mi conclusión final, un verdadero acto de amor también se ejercita a través de la palabra.

Violeta Arribas Alvarez.
Maestra de Radja y Hatha Yoga.
Consultora de Salud Ayurveda.
Directora de Padmasana Center Madrid.
www.padmasanacenter.com

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