Los Planetas nos dan Oxígeno y Juventud

 

Genética Emocional y Juventud- Artículo III

En el paradigma del Método TRCD, la clave es nuestro cuerpo físico como el espacio real en el que la energía y la masa mantienen una estructura sólida de capas de vibración de energía que nos dan vida con su latido. El latido que impulsa a nuestro cuerpo al movimiento nos hace crecer y aumentar nuestro nivel de vibración cuando nos implicamos emocionalmente a vivir de lleno la vida. Es entonces cuando la masa de nuestro cuerpo coge consistencia y logramos que nuestros huesos, músculos, órganos y piel, vibren con la misma fuerza que nuestra energía.

La parte energética de nuestro cuerpo no sólo late y vibra en la interrelación con las personas y las cosas de nuestra vida, sino que está conectada a la vibración del Universo, de los astros y de los planetas.

Nuestras células se ensucian y cogen “aire” que las lleva a envejecer a través de la interrelación emocional diaria. A veces la densidad que tenemos en nuestro cuerpo es tan grande, que nuestras células se asfixian, pierden oxígeno, envejecen y así entramos en el proceso de la enfermedad.

Estos son los dos caminos que transitamos diariamente a lo largo de nuestra vida, el de la salud y la enfermedad, la juventud y la vejez. Es una elección diaria cuidar nuestro cuerpo para que nuestra vida emocional sea sana y elegir las opciones que nos dan juventud y sacar de nuestra vida lo que nos envejece y enferma.

En la realidad social de la vida en nuestro planeta actualmente el nivel de conflictos emocionales acumulados es tan grande, que nuestros cuerpos y nuestras mentes se resienten fuertemente de la falta de oxígeno del planeta.

¿Cómo podemos modificar esta situación individualmente?
¿Tenemos en nuestro propio cuerpo la capacidad de conectar con una energía más pura, de vibración más alta, que nos pueda ayudar a revertir el proceso de vejez y enfermedad, y poner a nuestras células en un nivel de oxigenación mayor para vivir potenciando nuestra juventud que va unida a la salud?

Esa capacidad la tenemos en nuestro campo magnético que puede conectar con la energía de otros planetas para que nos den el nivel de oxigenación que necesitamos.

Como decía al principio, el Método TRCD anexa o acopla al cuerpo todo lo que forma parte de nuestra vida para ver cómo repercute en el mismo, y también, de la misma forma, reconocer qué capacidades tenemos en el propio cuerpo que nos van a permitir incidir conscientemente en el exterior para coger del mismo lo que nos da salud y juventud, rechazando lo que nos lleva a envejecer y enfermar.

Vamos a ver lo que nos aportan algunos planetas y ejercicios para trabajarlos.

Planeta Venus
El planeta Venus nos ayuda con el cuello porque conecta con las palabras Belleza y Luz y eso es lo que nos ayuda a tener el cuello joven.

Ejercicio global para trabajar el cuello

Buscamos en internet una foto del planeta Venus, y durante 5 minutos vamos pasando la imagen desde la base del cuello hacia la mandíbula, primero por la la tráquea y luego por los laterales, dejándola después situada en el centro del cuello. El ejercicio se hace 20 días en ciclos de 5 días cada uno que se hacen de lunes a viernes. El trabajo de oxigenación de los planetas y todos los trabajos de juventud los podemos integrar corporalmente sólo de lunes a viernes; sábados y domingos los planetas se reciclan y regeneran su propia energía dentro del universo.

Belleza. La palabra Belleza la llevamos en el tercer ojo. Belleza conecta con felicidad y todo lo que me conecta a mí con felicidad me da belleza.
Ejercicio. Golpeamos la frente con los dedos en piña –alternando las manos-, pensamos en la palabra belleza y vemos que dicha palabra nos conecta con el cuello. Tenemos que sentir que el mismo va cogiendo fuerza y textura, y cuando sintamos esa textura, ponemos una bolita de color azul marino en el tercer ojo. Al mover la belleza el cuello se tensa.

Lo haremos 3 semanas de lunes a viernes, lo que hace un total de 15 días. Se hace por la noche.
Luz. Tenemos que tener luz en el cuello para que esté hidratado. La hidratación va con la oxigenación.
Ejercicio. La palabra luz la tenemos en los tobillos. Nos pellizcamos en la parte externa de los tobillos pensando en la palabra luz. Al mismo tiempo visualizamos en el cuello una bombilla que nos da luz y frescura y es en ese momento cuando ponemos en los tobillos 2 bolitas azul marino. Así se hidratará el cuello.

Se hace también 15 días como el ejercicio anterior.
Primero se hace el de tensar y luego el de hidratar: Cuello bonito, expresión divina.

Planeta Saturno.
Saturno está ubicado en el plexo solar y nos da amor, paz y felicidad parcial.

Los ejercicios que vienen a continuación se hacen 5 minutos y 2 semanas (de lunes a viernes).

Amor. Es la capacidad de transmitir y está en las costillas flotantes.
Ejercicio. Se hace con dos imágenes de Saturno. Tumbados en la cama, colocamos en las costillas las dos imágenes, una a cada lado, con las manos encima de las imágenes y con los ojos cerrados visualizamos que llenamos el cuerpo de la palabra amor.

Paz. Se encuentra en los pechos y nos ayuda a mantener un equilibrio mente-cuerpo.
Ejercicio. Se hace por las mañanas. Tumbados, visualizamos que escribimos la palabra paz en color plata entre los pechos, y al escribirla vemos que entra el planeta Saturno de la cabeza a los pies y de los pies a la cabeza; sube y baja durante los 5 minutos del ejercicio.

Felicidad parcial. Se encuentra en el impulso y nos ayuda a ser mesurados con nuestro lenguaje a la hora de transmitir.
Ejercicio. Cada día, al empezar a desayunar se verbaliza: “La felicidad parcial me la da hoy Saturno hablando”.

Las palabras en cursiva son del libro Los Planetas en nuestra genética. Volumen II de “La evolución del universo. Autora: María Gemma Sáenz.

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Rosa Briones
Directora del Centro Mágico de Rejuvenecer TRCD.
www.metodotrcd.com