Los Arquetipos del Amor

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Ser humano es un misterio fascinante, un laberinto de infinitas posibilidades, cuyo hilo de Ariadna es el Amor comparten el mismo dios. Por otro lado, Eros es hijo de la diosa de la belleza y del dios de la guerra…¡Qué pareja más intensa! Sin duda es una energía realmente poderosa.

También conocemos a Eros por su nombre romano Cupido, el pequeño ángel que arroja las flechas del amor. Lo que muchos no saben es que Eros tiene flechas de oro, que producen el enamoramiento, y flechas de plomo, que producen la indiferencia. Si no cuidamos el amor en nuestras relaciones, Eros nos arrojará la flecha de la indiferencia y allí es donde surgen las tinieblas que ensombrecen el amor.

Hay que saber cuidar para que esto no nos ocurra. En este sentido es de gran ayuda la fábula-mito de Cuidado. Es un arquetipo que necesitamos desarrollar imprescindiblemente. Es muy probable que el futuro de la humanidad esté dado por nuestra capacidad de cuidar y de dejarse cuidar.

La madre de Eros, Afrodita, es la diosa de la belleza y también de la seducción. Es un arquetipo esencial para las mujeres. Y no se trata de una estética formal, sino de una energía femenina que pareja más feliz del Olimpo, morada de los dioses del panteón griego.

Amor a la humanidad:
Tal vez el mayor secreto del amor sea que para amar mucho a una única persona es necesario amar mucho a la humanidad. Para que nos guste mucho alguien, el mejor camino es abrirnos a que nos guste mucho la gente. No aislarnos del mundo y esperar, como un alma solitaria, la llegada de nuestro mesías personal del amor. Esto ocurre muy difícilmente.
Es imprescindible despertar el arquetipo del amor infinito, del amor por la gente y la vida misma, para que este sentimiento nos abra las puertas de nuestra capacidad de amar y ser amados.

Invitación a danzar los arquetipos
Carl G. Jung nos ilustra con su teoría del Inconsciente colectivo, el territorio donde habitan nuestros arquetipos. Con sus diferencias culturales todos los pueblos tienen los mismos arquetipos, que cobran vida en leyendas, fábulas y mitos. La psicología profunda de Jung nos ayuda a conocer los arquetipos que encarnamos, a través de la palabra, los sueños y la psicoterapia.

Rolando Toro, el creador de la Biodanza, nos propone danzar los arquetipos y percibir estas fuerzas poderosas en nuestra corporeidad, en nuestros gestos, y en nuestras emociones y sentimientos.

Danzar los arquetipos del amor es una propuesta fascinante, que nos ayuda a descubrir cómo nos vinculamos en los diferentes tipos de relaciones humanas, ya sean afectivas, eróticas o románticas. Las vivencias de Biodanza nos orientan inteligentemente para poder reconocer qué arquetipos debemos estimular o autorregular, y permitir que el amor nos envuelva con toda su pasión, belleza y sabiduría.

Raúl Terrén Verónica Toro
www.escuelahispanicabiodanza.org

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