¡La realidad supera la ficción!

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Hoy en día nos sentimos víctimas impotentes de un sistema y una forma de vida que nos abruma llevándonos a intentar sobrevivir hasta el próximo instante perdiendo la perspectiva de nuestra vida y el conocimiento de nuestro verdadero poder. La medicina cuántica nos brinda métodos, algunos de ellos utilizados por milenios, para recuperar nuestro equilibrio y pleno estado de enfermedad, frustración y mucha pero mucha soledad!

Parece que olvidando las prácticas antiguas como la cuántica, olvidando nuestro potencial, olvidando nuestra capacidad de sentir y disfrutar en nuestra condición individual, solo encontramos más vacío y dolor. Tenemos que recordar que podemos dar y recibir, siendo individuos conectados entre sí y todos a la de Fuente, a la Unidad. Como individuos tenemos la capacidad de vivir experiencias de todo tipo de intensidad y color.

Estoy convencida de que como colectivo tenemos que pedir permiso al Todo para ser más completos y empezar a invocar alegrías y dejar de invocar y aumentar nuestros pensamientos más oscuros.

Gracias a mi aprendizaje por la escuela de mis pacientes, a través de los tratamientos, he comprobado que hay mucha gente que aprecia enseguida el cambio y esto facilita mucho la transformación de creencias y de hábitos.

Así que un día experimenté con ciertos pacientes a mandar correcciones por video y para mi sorpresa la gente notó cambios y ciertas mejoras, por ello vamos a lanzar varios videos muy cortitos, serían unas minis correcciones a los problemas mas habituales que trabajo en consulta, de manera que pueda llegar a más gente y así a los que sientan un ligero cambio o noten algo empiecen a sentir y a cuestionarse nuestra verdadera emociones nos afectan a nosotros y a los demás.

Observar las tendencias de nuestros antepasados, estudiar la historia de nuestro país de origen, aceptar nuestra condición de adictos, estar muy atentos para poner Conciencia, saber poner límites y abrir los ojos al hecho de que todos en Occidente sufrimos un poco de la codependencia, enfermedad social que nos está dejando sin alas para poder evolucionar en nuestro cuerpo emocional y así disfrutar de esta experiencia.

Creo que ahora ha llegado el momento de hacer una medicina completa y preventiva, estudiar nuestras conductas reales, dejarnos de engañar y mirar que lo que está adentro está afuera. Pongamos conciencia en cómo evolucionamos y en qué nos hace estar mejor y en qué peor; miremos nuestro masoquismo infinito de frente y seamos valientes para soltar ya unas generaciones de dolor y de ignorancia.

Ya sabemos que la meditación es un antiaging natural y que abre el sexto sentido; está comprobado que baja el índice de criminalidad cuando un grupo de personas meditan con un objetivo común, que una madre que da calor y amor a su hijo genera un ser humano más feliz, que ciertos productos de alimentación generan tendencias a la salud. Lo sabemos pero no hacemos nada.

Llegó el momento de romper los hábitos de la historia, de dar un salto cuántico hacia la evolución, de aceptar la dualidad y dejar de alimentar la dualidad del dolor y de la separación. Aceptar el sufrimiento pero poner todo de nuestra parte para disfrutar como individuos de esta experiencia. Que aprendamos a tener herramientas para sobrevivir al desazón profundo de la vida sin tener que encarcelarnos en relaciones donde cada uno tiene hambre de necesidad y de amor, donde nos volvemos infantiles en la pareja porque es complicado pasar de mendigar a exigir. Hay que aprender las leyes del desapego y de vivir cada instante.

Hay que aceptar que podemos co-crear una realidad más armónica siendo responsables de nuestras emociones, de nuestros pensamientos y así con voluntad reeducarnos y ponernos límites, todo ello gracias a observarnos. Hay que aceptar que todos y cada uno de nosotros, tenemos una relación con el mundo invisible que nos afecta; ignorar esta relación hace que seamos como marionetas de un Todo…

Llegó el momento de que despertemos y conectemos con nuestra energía vital, con nuestro Chi, que aceptemos nuestra garra, nuestra rabia y que sirva para que pongamos conciencia de que aquí estamos de paso, que podemos profundizar en nuestras percepciones y apoyar esta experiencia de la vida. Que aceptemos que somos un universo cada uno de nosotros.

Claudia Thurne
Terapeuta Cuántica – Creadora del Método Thurne
www.metodothurne.com

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