Gestalt y Arteterapia

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La experiencia grupal como vivero de crecimiento personal.

La integración de los conceptos de la grupos que se reúnen con esta finalidad de aprender y crecer se producen encuentros con personas que, como en cualquier ámbito de nuestra vida, con unas nos entendemos mejor, con otras peor, y quizás con otras al menos en un principio, no nos entendemos nada. La diferencia es que en este contexto podemos ser más sinceros, naturales, experimentar comportamientos nuevos, ser escuchados y aprender a escuchar.

En los grupos que trabajan con Terapia Gestalt y inteligencia sensorial, emocional, corporal y racional tengan su espacio y puedan colaborar. Esto se lleva a cabo mediante cuatro áreas de trabajo:

1- Dando mucha importancia a la escucha corporal, afinando nuestra capacidad de sentir las señales que el cuerpo nos envía ya que es la caja de resonancia en la que se manifiesta todo aquello que a nivel mental y vida cotidiana.

La mirada fenomenológica que es una característica tanto de la Terapia Gestalt como del Arteterapia Humanista se caracteriza por la no interpretación ni de lo que sucede, ni de las obras; entiende que solo su autor tiene las claves de su simbología. Lo que hace es enseñar a hacerse las preguntas adecuadas para desvelar los significados. Para ello el énfasis lo pone en aprender a describir desde lo obvio, desde la mirada fenomenológica los acontecimientos, las expresiones artísticas, las sensaciones físicas y los sentimientos.

Contemplar y definir con una mirada imparcial, sin juzgar ni interpretar aquello que acontece, es el primer paso para salir de la dualidad que nos dificulta la existencia.

La propuesta que hace el ARTETERAPIA HUMANISTA es permitir que nuestra sabiduría interna, nuestro inconsciente, se exprese a través de los lenguajes creativos, simbólicos, no racionales, con absoluta libertad y los grupos nos ofrecen la oportunidad de vernos en multitud de relaciones diferentes, nos ofrecen también espejos en los que observarnos y reconocernos, al tiempo que son colchones amorosos en los que sentirnos protegidos cuando lo necesitamos. En su función de madre los grupos se convierten en úteros capaces de acoger y dar consuelo cuando en el, a veces difícil, proceso de autoconocimiento necesitamos recibir comprensión y afecto.

De esta manera, con ayuda de diferentes lenguajes expresivos, del grupo y de los juegos de relación que se crean en él, vamos llevando a cabo nuestro proceso de individuación, descubriendo nuestra singularidad, convirtiéndonos en seres humanos integrados, en los que cuerpo, mente, Arteterapia Humanista los bloqueos e ideas cristalizadas que podemos revisar, atendiendo en cada uno de ellos a su aspecto físico, mental, emocional y espiritual, de forma totalizadora, restableciendo nuestra capacidad natural para relacionarnos con nosotros mismos y con el entorno.

Bibl.:
Elvira Gutiérrez. “Arteterapia Humanista. Proceso gestáltico a través de los chakras” (2011) ed. Mandala, Madrid

Elvira Gutiérrez
Dra. Bellas Artes, Psicoterapeuta Gestalt y Arteterapeuta
Directora Formación Arteterapia y Terapia Gestalt Integradas
www.arteterapiahumanista.com 

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