Entrevistas con Baba Sibananda de Benarés

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Pregunta: ¿Qué significa ser un sadhu?

Respuesta: Nuestra vida significa la ausencia de necesidades; no necesitamos ni dinero ni una vida doméstica. Nuestra vida es una vida espiritual, devocional. La vida de un yogui consiste en pasarse las veinticuatro horas del día pensando en lo espiritual y no en las cosas materiales. Nosotros nunca pensamos en las cosas materiales; hemos renunciado a ellas. Y entre nosotros hay dos clases o categorías: los que viven en cuevas o bosques y los que no. A los primeros nadie puede encontrarlos. No dejan señales, nadie sabe nada de ellos.

P: ¿Piensa usted que no se conoce a los verdaderos yoguis y que en realidad la gente no sabe de ellos y que los verdaderos maestros que conocemos en la India no son verdaderos yoguis?

R: Creo que hoy en día es muy difícil encontrarlos, pues los auténticos no se dejan ver, viven en cuevas o bosques y no viven en sociedad. Es my dificil encontrarlos.

P: ¿Cree usted que los yoguis que fundan un ashram no son auténticos?

R. No, no digo eso. También ellos son personas buscadoras y espirituales, pero su vida es diferente. Muchos de ellos vive en ashrams y también tienen preocupaciones sociales, como por ejemplo la Misión Ramakrishna, que fundó Vivekananda. Es también una vida espiritual, pero con un objetivo diferente que consiste en servir a los demás bajo el lema de que si se sirve a los hombres se sirve a Dios. La vida de un yogui es diferente a la de un sannyasin (renunciante) que vive en ahsrams. El yogui mora en las cuevas o bosques y nadie sabe de él. Los sannyasins, al igual que los yoguis, no tienen vida doméstica, ni mujer e hijos, y son espirituales, pero de un modo distinto. Han existido muchos grandes yoguis. Uno muy auténtico fue Tailanga. Tambien Ramakrishna. Un gran yogui fue Lahiriri Mahasaya y fue un gran yogui pese a estar casado y con hijos.

P. ¿O sea que hay muchas vías para ser un yogui? Algunos renuncian a todo y viven en las cuevas o los bosques, mientras que otros viven en ashrams o están casados. ¿Qué es por tanto un yogui verdadero?

R: Hay tantas vías como personas, pero deben ser espirituales. Nacen muchos yoguis, pero no conocemos a la mayoría, porque estos nos se dejan ver, no necesitan anunciarse o darse a conocer. Nacen muchos yoguis y algunos hasta nacen a la luz pública, pero nadie sabe nada de la mayoría o nadie les entiende. A veces viajan y aparecen para luego desaparecer. De hecho me resulta muy difícil entenderlos. En el festival que se celebra cada año en la isla del Ganges, en Gangasagar, se concentran cinco o seis millones de sadhus. Muchos grandes yoguis llegan de todas las partes de la India, para estar allí solo por unos días, para hacer sus abluciones sagradas y después regresar a sus retiros.

P: ¿Es usted un bramachary natural, un abstinente sexual de forma natural?

R: Sí, de forma natural. No necesitamos relaciones sexuales, porque nosotros controlamos el cuerpo y la mente. Todo el mundo tiene que ejercer cierto control. La vida no es posible si uno no sabe controlarse. Lo primero es controlar la comida. La alimentación es muy importante. Yo soy estrictamente vegetariano y solo como una vez al día, por la noche, y una cantidad pequeña. Tomo leche y vegetales. Durante el día no como nada, pero bebo té.

El control de la alimentación es muy necesario para establecerse en el Ser. Si uno no sabe controlar el sexo, también tendrá problemas. Hay ejercicios y técnicas de yoga que ayudan a ejercer el control sobre uno mismo. Por ejemplo pueden controlarse el enfado, la ira, la envidia y la avaricia, pero es muy importante controlar la comida y comer solo lo necesario. También es muy importante controlar el pensamiento. Es esencial para practicar la meditación. Con la meditación se obtiene poder interior. Al practicar el yoga físico y la meditación se obtiene poder interior. El poder interior no acude a uno como no practique. Hay que ganar el poder interior. Es muy esencial. Si no se obtiene fuerza o poder interior, se es algo que no sirve para nada. El ser humano puede superar limitaciones y hacer cualquier cosa, porque su cerebro y posibilidades son diferentes a las del animal. La vida de un yogui es distinta a la de las demás persona.

Un yogui real no tiene un ashram, no tiene casa, no se hace notar, no precisa ropas. Hoy en día los maestros. Hoy en día los maestros van en coche con aire acondicionado, tienen casas confortables, tienen muchos discípulos a su alrededor, se hacen notar. ¿Para qué necesitan todo esto? Ser yogui es dejar los deseos. ¿Por qué necesitan esa vida tan lujosa. Los yoguis más genuinos no quieren vivir en sociedad. Si hoy en día vas a un ahsram podrás ver coches de lujo. ¿Para qué necesitan eso? ¿Es que no pueden caminar? Cuando una flor se abre en el jardín es una señal para las abejas, que acuden a ella para coger su néctar, pero la flor nunca llama a las abejas. No necesitan esos grandes yoguis publicitarse, ni darse a conocer, ni decir «este es mi ashram, ven, que yo soy el maestro». Sino que es un proceso natural. Lo que es real relumbra por sí mismo, sin necesidad de darse a conocer. Los yoguis realizados no necesitan a nadi, no necesitan discípulos ni nada. Pero es muy dificil estar con ese tipo de yoguis. Lo que tienen lo han ganado tras un gran esfuerzo, una gran lucha, así que ¿cómo van a entregarlo tan fácilmente? Por eso prueban al aspirante. Cualquier persona que se presente será contrastada, examinándose cuánto poder espiritual posee; contrastándose si ha progresado o no. ¿Viene a tomar algo de mi y a irse luego? No, no puede ser. No es tan fácil tomar algo de él. La gente corriente tiene familia, vida doméstica, niños, etcétera, pero los yoguis más auténticos no necesitan de todo esto. Solo un poco de comida. Es una forma de vida muy diferente. Nuestra vida de sadhus es muy interesante, sí, pero no es para todo el mundo. Solo para quien entienda este tipo de vida. No todo el mundo puede tener esta vida, no es para todo el mundo.

P. ¿Es usted feliz?

R: Sí, claro, ¿por qué no? Soy feliz al cien por cien. Todos los días estoy contengo. Soy muy feliz. Todos los días soy feliz. Amo esta vida, créeme; amo mucho este tipo de vida.

P. Puede decirme lo que le ha ayudado en su búsqueda?

R: La búsqueda es un camino muy largo, un camino que hay que recorrer paso a paso. Muchas veces fracasamos en ese camino y tenemos que volver a intentarlo. Fracasamos, pero siempre debemos volver a intentarlo. No es fácil. Supone un gran autoexamen. No todo el mundo puede tener éxito en su búsqueda, pero si no se logra en esta existencia, puede ser que se logre en la siguiente. Siempre hay que aspirar a llegar al final.

P: Pero ¿hay que ser pasivo o activo en la búsqueda del Ser?

R: Para que el logro sea posible, la búsqueda se hace necesaria. Muchas personas, muchas vías. Yo conozco mi vía. Las personas buscan de muchas maneras, pero todos los buscadores buscan lo mismo. Queremos ir al mismo lugar, tenemos el mismo objetivo. Hay veces en que se obtiene una señal, y puede que no os baste, por lo que siempre intentamos ir más allá para ganar sus bendiciones (las del Ser), pero solo se puede conseguir algo cuando El lo quiere. Sin su voluntad no es posible conseguir algo. Con la búsqueda solo queremos obtener sus bendiciones, pero cuando El quiera dar algo, quizá solo una gota, siempre mirará lo que se hace con esa gota, si lo que ha dado se utiliza adecuadamente o no. Si no se usa adecuadamente, se perderá. Todo el poder viene de su poder. Yo he utilizado muchas técnicas en mi búsqueda. Muchas. Yoga, meditación, plegarias. Hay muchas vías diferentes. Yo creo que la más importante es la meditación. La meditación es un medio para conectar con el Ser, pero hay otras vías. Pongamos un ejemplo. Los que se dirigen a una estación de ferrocarril, pueden hacerlo andando, en autobú
s, en rickshaw o de cualquier otro modo. Pueden ir por una u otra parte; pero todos quieren ir a la estación de tren. Todos quieren ir a la estación y coger el tren. Pero cada uno sigue un camino diferente para hacerlo. Yo recomiendo la meditación como la mejor vía. Pero debe practicarse en recogimiento, en un lugar recoleto, sin que nadie te distraiga. No es algo que se haga de cara al público. Si intentas conectar con el Ser es necesaria que concentres la mente en El. Pero es muy difícil, es una senda muy dura. No se puede conectar con El solo en un minuto. Hay que practicar, practicar, practicar todos los días. Controlar la mente es muy difícil. Es una tarea ardua. Se necesita mucho tiempo para conseguirlo. Cuando te sientas a meditar, solo estás sentado, porque la mente siempre está viajando de un lado para otro. Meditar. Y mirar, observar sosegadamente, sin preocuparse. ¡Hay tanta variedad! Es todo tan extraño. Contempla, haz yoga físico, medita y no te preocupes.

«Yo no sé nada, no comprendo nada, pero el Ser lo sabe. Yo no se nada. ¡Todo es tan extraño, tan misterioso!. La meditación nos abre la puerta. No te preocupes ni quiera por la muerte. Vida y muerte son lo mismo. Todos los días morimos la estar dormidos y el que no despertamos será la muerte. ¡Tanta variedad, tantas especies, tanta multiplicidad! Yo no se nada, pero El lo sabe todo».

P: ¿Qué tenemos que hacer?

R: Meditar y desarrollar mucha compasión, mucho amor. Pero, tristemente, la flor del amor está en muy pocos jardines. Hay que estar atento, observante, y mantener la calma en todo momento. Ecuanimidad. Todos somos los dedos de una gran mano cósmica y tenemos que aprender a conectar con ella, de la que en realidad nunca estamos desconectados. En tal sentido la meditación vuelve a ser el camino más directo y eficiente. El corazón de todas las criaturas es el mismo, pero desde niños nos han superpuesto códigos, esquemas y se ha ido formando el ego, que se interpone entre uno y el ser real.

P: ¿Cómo superar la angustia que arrastran muchos seres humanos?

R: Hay mucha insatisfacción. No se puede superar tan solo con bienes materiales. La gente está muy loca, muy loca. Hay que desarrollar la ecuanimidad, el equilibrio. Hay que verlo todo como si fuera una película. La vida es nada, se pasa muy rápidamente, unos pocos días y se acabó. Venimos a hacernos la foto y nos vamos. Pero hay que estar contentos. Hay, sí, mucha insatisfacción, y mucha codicia. Los políticos son basura, basura. La política es una porquería. Insaciable codicia. Pero todos tenemos dos cerebros: uno sagrado y uno demoniaco. En el sagrado hay amor, indolencia, compasión… En el diabólico, codicia, odio, ira… Hay que desarrollar más y más el cerebro sagrado. El amor es lo más importante.

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10 minutos de lecturaActualizado: 05/01/2018Publicado: 08/01/2013Categorías: RAMIRO CALLEEtiquetas: , , ,

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