Coaching y empresa

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Entrevista con Pilar Gómez Acebo: “El verdadero coaching hace crecer a la persona, porque la pone enfrente de sí misma”

Pilar Gómez Acebo es una conocida conferenciante, escritora y profesora de escuelas de negocios española. Se ha distinguido como una de las grandes defensoras del papel de la mujer en puestos directivos.

Ostenta los cargos de Presidenta de Honor de FEDEPE (Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias), Vicepresidenta de CEDE (Confederación Española de Directivos de Empresas), Vicepresidenta del Club de Consejeros y Presidenta del ‘Madrid’s Woman Week’.1

Actualmente es presidenta de Placement Center, donde tiene programas de asesoramiento estratégico a directivos y coaching de alta dirección, así como gestiones de procesos de cambio en empresas e instituciones de gobierno.

Autora de diferentes libros, son habituales sus colaboraciones con ABC, El País, El Mundo, Expansión, Cinco Días, El Economista, Actualidad Económica…Es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y Master en Recursos Humanos y Dirección de Empresas.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones actuales en nuestro país?

Empezaría por el reto de la autenticidad, de ser capaces de ir llevando a la práctica gradualmente lo que realmente sentimos y pensamos y además por ese orden porque la autenticidad te permite saber y sacar los sentimientos como fuente de relación, fuente enriquecedora de riqueza y por lo tanto, fuente enriquecedora de resultados.

El problema reside en que se ha hecho un sentido tergiversado de los sentimientos, con esa palabra que se utiliza: “emocional”. Somos sentimientos y tenemos emociones. El ser está siempre antes que el tener.

Cuando realmente somos capaces de sacar la esencia, el ser de una persona, las cosas no pueden ir mal. Ahora bien, sentimientos no es “sentimentalismo”, ni sensibilidad es “sensiblería”, de ahí la frase que nos han dicho muchas veces: “No te dejes llevar por las emociones, que mira después lo que pasa”. Cuidado con esa trampa. Lo que están queriendo decir es “No te dejes llevar por la víscera” porque es cierto que si actuamos desde la víscera, lo estamos haciendo desde el ego. Y sin embargo la razón, es un paso más de la víscera, es yo y tú, pero en la razón nos ponemos siempre por delante porque queremos llevar razón y eso genera conflicto, enfrentamiento, sin posibilidad de encuentro.

La verdadera relación positiva que tenemos que implantar y que es un verdadero reto es la relación desde el sentimiento, y el sentimiento es siempre un “nosotros”, el plural, donde gana todo el mundo.

Para mi este es el verdadero reto: el cambio en las relaciones, el entender cuáles son las relaciones positivas que generan resultados y no querer usar la razón como fuente de negocio. La razón se sabe que hace fracasar los negocios. Y sin embargo, seguimos haciendo todas las negociaciones desde el razonamiento.

¿Qué es lo que realmente aporta el Coaching Ejecutivo a las empresas?

El verdadero coaching hace crecer a la persona, porque la pone enfrente de sí misma. Es el arte de sacar lo mejor de uno mismo, y cuando uno saca lo mejor de sí mismo, eso sin duda se traduce en resultados. Pero para sacar lo mejor de uno mismo tiene que haber una exigencia, una exigencia generosa, de mano tendida, no de dar órdenes ni directrices. Que la otra persona entienda que la mejor manera de crecer es dar a los demás.

La persona no tiene que ser la misma cuando empieza un proceso de coaching que cuando lo termina. Tiene que acabar con mayor autoestima, mayor capacidad de generosidad y solidaridad y este para mi es el gran beneficio del coaching cuando se hace como modelo de crecimiento de personas.

¿Cómo se puede trabajar el coaching en el ámbito laboral?

Se puede trabajar a título individual y/o grupal. En cualquier caso, es trabajar para que las personas entiendan que hay que cambiar los “qués” por los “cómos”.

Estamos acostumbrados a quedarnos en el qué hacemos, en el qué sabemos hacer, pero no somos conscientes de cómo hacemos lo que hacemos, que es donde está el mayor valor añadido y diferencial de cada persona.

El cómo te permite identificarte en un mismo proceso. No hay dos personas que hagan las cosas de la misma manera. ¿Cuál es la tuya? Ese es el “cómo”, un verdadero generador de autoestima, que potencia a la persona y le hace sentirse segura y cómoda haciendo lo que hace y además pasándolo bien.

¿Qué es para ti talento?

¿Quién define qué es talento y que no? Para mí el talento es realizar una síntesis entre lo que sentimos dentro y la correcta adecuación al contexto externo. La causa es el sentimiento, la consecuencia el pensamiento, que da lugar al conocimiento.

Es una consecuencia de que te pongas en escena, de que generes el sentimiento y lo pases por la cabeza. Si eso lo meditas, lo reflexionas y lo pasas por la cabeza, eso ya es talento.

El problema es que se habla de talento y no se sabe de qué se está hablando. Se habla de gestión del talento como si fuera una causa, y es una consecuencia, por eso a la gente se le llena la boca, pero cuando muchas veces los empleados escuchan la palabra “talento” lo primero que sienten es: “van a hacer y elegir a quien prefieran y eso ahora se llama talento…”

Después de tantos años de experiencia en el mundo empresarial ¿Qué es lo que más te ha llegado personal y profesionalmente?

Lo que más me llega y me ha llegado es el giro copernicano desde donde yo empecé a donde estoy. No tiene nada que ver. Entré en el mundo de la gestión comprando el modelo inicial que no encajaba con lo que yo sentía. El modelo de “jefear”, de dar órdenes, directrices, que había que tener más razón, ser más fuerte,… a mí eso no me llegaba. De hecho he tenido que pasar enfrentamientos muy duros y difíciles que inevitablemente han pasado su factura. Pero gracias a esa factura que he pagado, he aprendido que es muchísimo más efectivo el silencio consciente, que la argumentación. Y sin embargo no sabemos gestionar los silencios. En un momento crítico, de contradicción, ese silencio consciente, lleva mucho más las cosas a su sitio, que machacar al otro o intentar tener razón por encima de todo.

España e Italia son de los países con más índice de inteligencia, pero también por eso somos los últimos en autoestima de Europa ¿Qué has aprendido con lo que has vivido?

Para mí eso es lo más significativo: el cambio más absoluto de modelo de dónde yo empecé siendo muy “bruta”. Gané casi todas las batallas pero no ha servido, ni han perdurado, porque los hechos se han reproducido, ya que no era la manera de afrontarlo. Me enfrentaba, no afrontaba. Y el enfrentamiento no soluciona nada, ni cura las heridas ni pone alternativas o salidas.

Y sin embargo, hoy he aprendido a afrontar, que es coger lo mejor del otro e incorporarlo a lo tuyo y viceversa y eso es un esfuerzo de encuentro y si eres capaz de hacer la síntesis con lo tuyo, hay una alianza que une y permanece seguro.

Esto ha sido lo más significativo de mi aprendizaje de todos estos años de empresa.

¿Qué necesita un directivo para convertirse en un buen líder?

Lo primero es tenerse a sí mismo: saberse a sí mismo, ponerse de acuerdo consigo mismo para desde ahí, en un segundo paso, asomarse a los demás. Si no ponemos nada nuestro, lo que estamos es sonsacando a los demás o cayendo en el buenismo “que bueno soy que te ayudo…”.

Y lo segundo, dos actitudes que no nos han enseñado y que son imprescindibles: la observación y la escucha. Cuando uno aprende a observar y escuchar, capta al otro y se puede llegar a un punto en común. No se tiene que justificar nada.

Y lo tercero, tener un porqué y sobre todo un para qué, llegar a los últimos peldaños de la pirámide de Maslow. Llegar a la autorrealización que es la gestión de la inteligencia porque una vez que yo pongo lo que tengo y lo ofrezco generosamente, los demás me lo van a devolver crecido y enriquecido. Es la mejor forma imparable de crecimiento y de generar riqueza.

Por eso una de las finalidades del líder es dejar de ganar dinero para volver a generar riqueza que es lo que nos dejaron las generaciones anteriores en el inicio del mundo empresarial.

¿Cómo crees que va a evolucionar el coaching en los próximos años en nuestro país?

El coaching ha existido desde los griegos, se llamara como se llamara. Hoy en día se contrata coaching porque contratamos todo lo que acaba en ing (coaching, mentoring, reskilling…)

El coaching verdadero se va a mantener siempre, porque lo necesitamos todos, porque crecemos gracias a los demás y porque necesitamos de los demás. Eso no va a cambiar, eso va a permanecer.

El coaching que se base en esa exigencia “para bien” del otro, el que ayuda a saber acercarnos en positivo, a través de la observación y la escucha, se necesitará. Este coaching hay que trabajarlo; no es una herramienta, ni una aplicación informática. Exige de las dos partes, que es donde se producen los resultados, y ese coaching va a existir siempre.

Ahora bien, será responsabilidad de cada uno que priorice su corto o su medio y largo plazo de vida, tanto si da coaching como si lo recibe. Aquí es donde hay que ser serio y nunca tirar la toalla de uno mismo.

Transformar la moda del coaching en realidad de vida, ese es el coaching del futuro.


Algún consejo a los emprendedores que están apostando por su potencial

Lo primero que recomiendo es que emprender no sea una huida, que no se haga por obligación sino por vocación. Y si es por obligación, que sean capaces de convertirlo en algo que de verdad vaya con la propia esencia de su ser, que no sólo sea por sobrevivir o ganar dinero. Y si es así, porque lo necesitas para cubrir tus gastos, empieza a construir tu modelo, mientras trabajas en lo que te da de comer, pero sabiendo que tú no estás ahí de pleno. Lo llevarás mucho mejor si en paralelo a aquello que te permite subsistir, sabes que tu sitio está en otro lado y poco a poco vas construyendo el camino hacia el otro lado.

Lo ideal de emprender es que de verdad sea por vocación, que haya algo que te gusta, que deseas hacer y desarrollar, que siempre coincide con tus fortalezas.

Los puntos fuertes son estructurales, permanecen y se van manifestando en distintas coyunturas de la vida, pero son estructurales.

Cuando uno identifica su punto fuerte estructural, que está detrás de lo que te ha salido bien en la vida, todo lo que se construye a partir de ahí, funciona. Porque no hay dos personas iguales en el mundo y ese es nuestro valor diferencial: poner a funcionar nuestras fortalezas fuera.

El plan de negocio emocional, que yo trabajo mucho con las personas emprendedoras no puede fallar. Esto no quiere decir que no tenga vicisitudes, pero está destinado a tener éxito.

Cuidado también con el tema económico. Es verdad que según el proyecto puede necesitar financiación de partida, pero normalmente el proyecto que nace subvencionado muere y sin embargo es lo primero que nos preocupa.

Yo quiero animar a los emprendedores a tener causa y consecuencia, a ser muy sólidos, a tener capacidad de reacción y de manejo, a hacer un plan de contingencia, a elegir alguien con quien contrastar dentro o fuera de la empresa para nunca “sentirse” solos, aunque estén solos y desde ahí, poner toda la carne y la resiliencia en el asador.

Pilar Gómez Acebo, dará una ponencia en Expocoaching el día 24 de Abril/15 a las 10:30 h en la que hablará sobre el liderazgo empresarial en las organizaciones actuales.

Departamento Prensa de EXPOCOACHING
www.expocoaching.net

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