Enfoques para la Prosperidad

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Ser próspero/a no es sinónimo de tener dinero y bienes materiales. Cuando hablamos de prosperidad, nos referimos a un estado de plenitud de la persona que ésta manifiesta desarrollando en la vida lo que ama y disponiendo de todo lo necesario para la realización de este propósito. Honra tus valores, tus cualidades, tus destrezas; ámate y serás próspero/a.

Ámate y serás próspero/a
Sin SER. Es decir, cuando no somos, somos EGO. Son los pensamientos, creencias, sentimientos, emociones y/o acciones que no nos permiten ser, que contribuyen a nuestro aislamiento, a no desarrollarnos en nuestro propósito en la vida, a no relacionarnos de forma saludable, a no ser prósperos.
El ego es el sirviente de la muerte, de la enfermedad, de la no realización, de la escasez.

¿Para qué sirve el ego, entonces?
El ego es un gran fantasma que nos muestra el camino a seguir, es el libro en blanco de nuestro aprendizaje. En un sentido profundo, el ego no dicta nada, es humo; somos nosotros/as los/as que le damos fuerza, los/las que le construimos, los/las que le damos valor. De esta forma, cuando nosotros/as nos ponemos al servicio de la (auto) destrucción, nace el ego.

Por tanto, el AMOR, la ausencia de ego, es servir a desarrollo. El desarrollo de toda su manifestación quiere decir que hay unas raíces, un tronco, hojas y frutos; es desarrollarse íntegramente desde lo que es. Un manzano no puede dar peras, un naranjo no puede dar limones. Si se identifican con lo que no pueden dar, viven frustrados e incompletos. Sin embargo, si son capaces de ver sus cualidades, la del manzano de dar manzanas, la del naranjo de dar naranjas, se convierten en realizados y completos.

Este tiempo de incertidumbre, agravio y malestar en una mayoría de la sociedad se suele producir por la entrega a otros del poder personal. Se dejan las decisiones personales en manos de otras personas como si nuestros resultados dependiesen de los otros: políticos, empresarios o la suerte.

Los resultados son un reflejo de tus creencias, tus decisiones y tu capacidad de adaptación.

La capacidad de crear un estilo de vida exitoso es sinónimo de reconocerse a sí mismo como responsable de los méritos y fallos que van sucediendo en el transcurrir de las cosas, aprendiendo de las experiencias, tanto fallidas como acertadas, y aplicando esta experiencia en las decisiones presentes.

No se pueden cambiar los eventos del pasado, pero sí el significado que les hemos dado.

Conocerse, aceptarse y confiar. Todo lo que hay que hacer es ser tu propio fan, en el mejor sentido, creer en uno mismo, poner en orden los valores con las acciones y las acciones con los valores que tienes.

Si no sabes qué valores son importantes para ti, haz una lista de los 7 valores más importantes que tengas y enuméralos de 1 al 7 según el orden de importancia que cada valor tenga para ti. Luego mira a ver cuántos de esos valores están activamente en tu vida. Si hay alguno de estos valores que no este formando parte de ti, pregúntate, ¿cuál es el motivo?

Luego mira a ver si cambiarías el orden en que has puesto los valores inicialmente.

Otra forma de saber si estás alineado/a con la vida que quieres es ver si tus acciones, tu entorno o hobbies te apoyan y aportan las necesidades esenciales que tienes o, por el contrario, no te sientes comprendido, realizado/a u oyes que te falta algo.

El éxito económico tiene que ver muy poco con la prosperidad. He conocido algunas personas capaces de generar mucho dinero y, a su vez, sentirse insatisfechas.
Uno de los nuevos desafíos de la sociedad actual es que las personas se realicen aportando sus dones, cualidades y talentos y ser remunerados por ello. De nada sirve tener miles de millones en una caja fuerte en una habitación, etc. y morir en la miseria humana. La prosperidad es el intercambio de ideas, bienes y/o servicios.

Es fantástico generar dinero y poder realizar tus felicidad, aunque ayuda y te ayuda cuando eres capaz de desarrollarte más allá de lo material.

Te invito a que te des la oportunidad de replantearte tus creencias sobre la prosperidad, que amplíes la mirada y te enfoques en una visión integral sobre lo que significa ser próspero/a. Asumir el reto de cambiar y crecer es el primer paso para una auténtica transformación. Vale la pena el esfuerzo.

Observa en qué parcela o parcelas de tu vida te gustaría ser más prospero/a (a nivel económico, físico, emocional, intelectual, espiritual) y date el permiso de realizar los cambios que necesites para conseguirlo.

Cristina Rey-Vera Sur y Armando Sánchez Martínez
Renacedores Rebirthing Internacional España

 

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4,2 minutos de lecturaActualizado: 25/03/2024Publicado: 27/06/2014Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: , , , , , , , , , , , , , , ,

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