Arteterapia y Gestalt – Solo cuidándome puedo cuidarte

 

La herida primigenia, la herida de la excisión se sana cuando uno es capaz del contacto pleno con otras personas, para ello es necesario aprender a reconocer nuestras inseguridades, miedos y dificultades para poder dar y recibir sin hacer ni hacernos daño.

Explorando con las herramientas que nos brinda el Arteterapia integradas a los conceptos de la Terapia Gestalt en un contexto de seguridad grupal podemos aprender y entrenarnos en el difícil arte de estar plenamente conmigo y con el otro, creando campos de conciencia plena que sean la curación para ambos.

Algunas personas necesitamos cuidar, es como si hubiésemos venido a este mundo para eso, parece que no tuviésemos suficiente con cuidar de nosotros, de la pareja, de la familia más próxima, además necesitamos cuidar a más y más personas.

Desde una mirada cuestionadora, podría parecer que es deseo de escapar de los problemas propios, pero también es cierto que la compasión, el amor, el sentimiento de unidad con el otro y con el Todo es por sí mismo sanador, porque cura la herida primigenia, la herida de la excisión, de la separación.

Para muchas personas la felicidad está asociada a darle un sentido a sus vidas, y cuidar a otros es una forma de darle sentido.

Conozco muchos terapeutas a los que cuidar y acompañar a otros les produce tanta sensación de bienestar, incluso de felicidad, que es incuestionable que están satisfaciendo una necesidad vocacional.

Para que esa fuente de satisfacción personal no se malogre y termine siendo invasión del otro, olvido de si, toma de poder, o sensación de hartura, es necesario aprender a cuidarse, a escuchar la necesidad propia y del otro, a observar la motivación real de nuestros actos, a respetar y respetarnos, a pedir sin manipular y a dar sin deseo de posesión. No es fácil, no hemos sido entrenados pero podemos aprender.

En un artículo anterior hablaba de la experiencia grupal como vivero de crecimiento personal porque es en el encuentro consciente con los otros en donde puedo verme reflejada en sus comportamientos y puedo ver los míos. Observar los automatismos que surgen de aprendizajes infantiles que no hemos actualizado, que fueron útiles en su momento y que quizás ahora ya no necesitamos y que incluso nos están entorpeciendo.

En los grupos de formación en los que integramos los conceptos de la Terapia Gestalt con las herramientas del Arteterapia Humanista, la finalidad es aprender y crecer juntos, por lo que tenemos la posibilidad de experimentar comportamientos nuevos dentro de un contexto seguro en el que podemos expresarnos con sinceridad y aprender a escuchar sin juzgar. El grupo enseña, en el grupo aprendo, y el grupo acoge y cuida a sus miembros. Es el lugar en el que me puedo entrenar para cuidar cuidándome.

Para ello hay que entender que Arteterapia Humanista, no es ni colorear dibujos ni simplemente pintar o bailar sin más, es una disciplina con un cuerpo teórico que la sustenta, y que implica un contexto terapeútico en el que cualquier persona aprende a expresarse libremente con diferentes herramientas artísticas con la finalidad posterior de leer lo que su inconsciente ha expresado y de esa manera ampliar su autoconocimiento y corregir si así lo desea comportamientos que la pueden estar haciendo infeliz.

COLOREAR DIBUJOS NO ES ARTETERAPIA
PONER UNA TIRITA NO ES SER MEDICO

El Arteterapia Humanista emplea las artes de forma multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar, atendiendo al aspecto físico, mental, emocional y espiritual de las personas de forma totalizadora, restableciendo la capacidad natural del individuo para relacionarse consigo mismo y con el entorno.

La metodología consiste en desbloquear cada centro energético, chacra, con ejercicios de sensibilización corporal, facilitar su expresión emocional desde diferentes lenguajes artísticos, integrarlo en la realidad cotidiana desde un enfoque gestáltico y entenderlo desde una visión holística de conciencia expandida.

Por poner algunos ejemplos, a través del modelado en arcilla puedo conectar con experiencias preverbales, con mi sensorialidad, puedo expresar multitud de emociones, y finalmente puede dejar que de mis manos surja ese objeto significativo al que podré posteriormente dotar de significado.

El trabajo con marionetas reúne en si varios lenguajes artísticos, la creación de los personajes, la escritura del guión, la ejecución de las marionetas ya sean estas sencillas o complejas, y la puesta en escena que puede incluir diferentes voces, música y silencios. Es todo un arte pero lo mas importante para el objetivo del desarrollo personal que es lo que vamos buscando es que esos personajes no son casuales, sino que son el resultado de trabajos previos que han ido descubriéndonos nuestros personajes internos.

El trabajo con los sueños es otra fuente de descubrimientos maravillosa siempre que no sea otro quien te los interprete, al menos eso pensamos desde la Psicología Humanista.
Creemos que es la propia autora o autor del sueño quien tiene las claves de sus símbolos, y que nuestro trabajo como profesionales es ayudar a la persona a que aprenda a leer sus símbolos no darle nuestra interpretación subjetiva. Para ello utilizamos la puesta en escena, el dibujo, la identificación con esos símbolos, todas las herramientas que nos ayuden a darle voz a nuestras imágenes oníricas.

La pintura corporal puede ser un entretenimiento a veces frívolo, pero cuando en Arteterapia la hacemos en un contexto meditativo la convertimos en un ritual en el que el grupo cuida de uno de sus miembros aportándole y explicándole los símbolos que le están ofreciendo. Aprendiendo a disfrutar dando y recibiendo.

A nuestros grupos de formación llegan personas que quieren desarrollar su creatividad, desarrollarse como personas para ser mas felices o entrenarse para poder ayudar a otros; a veces vienen de profesiones que nada tienen que ver con la terapia y a veces son psicólogas o trabajadores sociales que por suerte deciden darse un espacio de nutrición para sí mismas, me alegro mucho cuando esto ocurre ya que un trabajo tan exigente requiere un espacio de reciclaje y autocuidado considerable para evitar los efectos que comentaba al comienzo de este artículo.

Aprender a cuidarme, desarrollar mi creatividad, crecer como persona, estar mas satisfecha con mi vida, sentirme en paz, es el mejor regalo que puedo hacer a mi entorno y a la humanidad. La felicidad también se irradia y por suerte es contagiosa.

Bibl.:
Elvira Gutiérrez. “Arteterapia Humanista. Proceso gestáltico a través de los chakras” (2011) ed. Mandala, Madrid.

Elvira Gutiérrez
Dra. Bellas Artes. Psicoterapeuta Gestalt y Arteterapeuta.
Directora Formación Arteterapia y Terapia Gestalt Integradas.
www.arteterapiahumanista.com