Amor, Alimentación y Consciencia

 

Alimentarnos bien tiene unas consecuencias o resultados, que se pueden resumir fácil-mente, en: mayor consciencia y aumento del amor a uno mismo, lo que también es Amor, simplemente Amor.

Comencé hace once años, un largo camino, de «búsqueda», en el que fui encontrando, respuestas, herramientas, y verdades, que resultaron ser en sí mismas una forma de volver a casa. Aquello comenzó en un grano de arroz y terminó en una transformación de mi vida. Un regreso a mi propio ser y a mi propia alma, a un lugar desde el cual, todo se puede traducir y resumir en tres palabras, confianza, certeza y amor.

Confianza: La primera sería confiar en la vida. Estudiando los alimentos y sus proce-sos naturales, la medicina china, y la forma increíble, en la que funcionan los organis-mos vivos y los ecosistemas vivos, se llega a la conclusión, de que la vida, es la forma natural de estar en este planeta. La vida es el estado intrínseco de este planeta. Y nos damos cuenta también que su impulso e ímpetu es tan fuerte, que hay que hacerlo muy mal para acabar con ella, realmente cuesta mucho enfermar. Todo tiende a la salud, a la felicidad, al mínimo coste energético, todo trabaja en sinergia y colaboración, todo es perfecto.

Esto cuando se comprueba, y observa en la propia vida, lo aleja a uno del miedo, y ayuda a confiar. Se instaura por tanto un estado de Confianza interno. Ausencia de miedo.

La segunda palabra, certeza; es una forma que he encontrado de explicar una co-nexión con el presente de tal intensidad de los sentidos que no deja espacio para la mente ni la duda. Es sentir la respiración, la energía del cielo y la tierra, y que todo está bien. El aire, la piel, la sensación de placer y bienestar del momento presente, pa-ra lo cual solo hay que dejar la mente quieta un poco y sentir. Sentirse a uno mismo.

La tercera Amor; la alimentación es nutrición, la nutrición es amor. La primera nutrición que recibimos de la madre, es amor incondicional puro. Si nos fijamos en los bebés, son pura presencia, puro presente, consciencia pura. No dudan, no temen, simplemente son, poderosos, fuertes y vulnerables a la vez.

Con toda la vida por delante, un bebé es la forma más yang de un ser humano. Luego a lo largo de toda su historia vital, irá estando cada vez más yin, hasta que deje este plano de existencia. Nuestra vida es un viaje de lo más yang o contraído, a lo más yin, o expandido. Y por eso en el equilibrio entre ambos, están los secretos de la longevi-dad y la salud. Si nos ponemos muy yin, la vida, el viaje, se acorta, nos expandimos demasiado rápido y morimos jóvenes, desgastamos ese yang interno muy pronto.

Pero por el contrario si nos yangizamos demasiado, nos estancamos, y nos quedamos en el pasado, no nos expandimos, no crecemos, nos quedamos poco a poco a poco, atrasados, viviendo en un universo en el que ya no encajamos, porque simplemente en él todo está en continuo avance, en continua transformación. Y nosotros nos hemos ra-lentizado, desarmonizándonos del presente.

La tierra no dibuja círculos en torno al sol, si no espirales, pues el sol, también se des-plaza, y a su vez, la galaxia también se expande, y las estrellas cuya luz hoy nos llega. son diferentes a las de ayer. A cada microsegundo mis células y mi química es diferen-te.

¿Cómo podemos vivirnos siempre igual, aferrarnos a conocimientos o paradigmas de hace años, cuando todo está avanzando?

Es una ilusión de la mente, del ego, que necesita saber, necesita, permanecer, aferrarse a algo.

Pero en realidad, todo absolutamente todo, es impermanente. La consecuencia por lo tanto de un exceso de yang, es la contracción excesiva y por lo tanto la desconexión con la vida, que está en continua expansión.

Así que es en el secreto de fluir con la vida, y del equilibrio del yin y el yang, en el que está el auténtico secreto del equilibrio de la vida y por lo tanto de la felicidad y el dis-frute de la experiencia que la vida es.

¿Cómo equilibro entonces el yin y yang, dentro de mí para que esto fluya?

Pues una forma muy sencilla es alimentarnos bien, pero entendiendo como alimento, todo, todo, lo que me obligo a digerir, no sólo comida, emociones, pensamientos, vi-vencias… hay que empezar a amarse. Esto constituye un ejercicio consciente, de mirar-se al espejo, y darse cuenta de que esos ojos que te miran desde ahí , son únicamente tu responsabilidad, de nadie más. Y a partir de ahí decidir que si no puedes amar a ese indefenso, y poderoso alma, que llevas, ¿como o quien podrá hacerlo? ¿como podrás decir que amas a un hijo, a una pareja, a un amigo, si no eres capaz de amarte tu? Desde ahí uno decide, responsabilizarse de su vida, de su existencia de sus pensamien-tos, (a veces hay que desaprender lo aprendido). Todo este proceso de «regreso a casa» regreso a lo que somos es decir: Regreso al amor. Hay un primer paso, o uno de ellos. Alimentarse con alimentos naturales, y saludables, ya que ellos tienen el equilibrio perfecto y la energía cósmica que nos conectaran a la vida, y a lo que está pasando hoy en el universo. Ellos harán más fácil la conexión, el yin y el yang. Cuidaré mi cuer-po y lo amaré para desde ahí, poder expandir el amor que soy.

Entonces, ¿que mayor acto de amor podemos hacer para con nosotros mimos que ali-mentarnos bien en todos los sentidos y formar parte del avance de la vida y ayudar a impulsar la consciencia y el amor?

13 Consejos de amor para un cambio, un cuerpo sano y una vida alegre:

● Sopa de miso a menudo con cilantro o cebollino y cremas de verduras ecológicas.
● Copos de avena cocinados para desayunos.
● Comer a menudo arroz integral y cereales integrales.
● Verduras de temporada a diario.
● Incluir, germinados, en la dieta, fermentados y hojas verdes como la rucula, los be-rros.
● Reducir al mínimo todo lo procesado y las proteínas y productos animales.
● Incluir algas frutos secos y semillas.
● Eliminar o reducir el azúcar.
● Usar cúrcuma o jengibre a menudo.
● Tomar frutas de temporada en pequeñas cantidades y acompañadas de un fruto se-co.
● Ahora por ejemplo, uvas, y granada son ideales.
● No tomarse nunca ninguna recomendación dietética como verdad infinita y para siempre.
● Recordar que todo cambia, incluido tu cuerpo y tus necesidades.

Diana Lopez Iriarte.
Consultora Macrobiótica del Restaurante la Biotika
www.labiotika.es